domingo, 6 de septiembre de 2015

Gran Bretaña aceptará refugiados sirios

BRUSELAS.- Pese a la situación cada vez más alarmante, la perspectiva de una intensificación de las hostilidades en Medio Oriente, las aperturas y las apelaciones, están aún en ascenso en el camino que Europa debe recorrer en los próximos y decisivos días para dar una respuesta unívoca y eficaz en la emergencia de los refugiados.

A meterse de lleno en el tema ahora está también la Gran Bretaña de David Cameron, el cual hizo saber que está listo a hacer lo necesario para recibir en el país a 15.000 refugiados sirios.
Sin embargo no intenta absolutamente dar su aprobación a la propuesta de Bruselas para introducir un sistema de cuotas permanente y obligatoria para la repartición, entre los países miembros, de los refugiados que lleguen a Europa escapando de las guerras.
La misma posición ya compartida y reiterada por el "bloque del Este" formado por Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, está en constante contacto con las cancillerías de los 28 Estados miembros y con sus más estrechos colaboradores para reducir las diferencias y limar las diferencias sobre el paquete de intervención que presentará el próximo miércoles frente al Europarlamento reunido en sesión plenaria en Estrasburgo.
El objetivo de esa reunión es recoger al menos el apoyo de la Asamblea para aquello que se anuncia como una batalla muy difícil con algunos Estados miembros.
Un verdadero desafíos en el que está en juego la capacidad de la Unión de responder a la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
El próximo martes, siempre en Estrasburgo, el informe estará en la mesa del ejecutivo comunitario para la discusión política final antes de su adopción. Y, en base a indicaciones e indiscreciones hasta ahora trascendidas, no será un ejercicio indoloro, visto la complejidad del paquete.
Junker intenta reproponer, con un fuerte apoyo de Alemania, Francia e Italia, la definición de un mecanismo permanete y obligatorio para la repartición de los refugiados basado sobre los parámetros vinculados al PBI nacional, los habitantes y la tasa de desocupación. Quien no aceptara adherir al mecanismo será sancionado, mientras quienes reciban a los refugiados debería recibir de la Unión Europea un apoyo de hasta 6.000 euros por cada refugiados.
Para ser "redistribuidos" serían en total, al menos en una primera fase, cerca de 160.000 refugiados provenientes de Italia (40.000), Grecia (66.000) y Hungría (54.000).
La misma Comisión debería luego poner sobre la mesa una lista de países "seguros" (es decir, donde la situación interna no da paso a quien escapa de pedir asilo en Europa) y un sistema para acelerar las repatriaciones de los considerados migrantes económicos.

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