SAN FRANCISCO.- La presidenta de la Reserva
Federal, Janet Yellen, regresó el viernes a Washington, un día después
de recibir atención médica de emergencia tras un discurso en el que
pareció perder la concentración y que tuvo problemas para terminar.
Un portavoz de la Fed dijo que no comentaría sobre si
Yellen planea ver a un médico para que la revise y que no ahondará en la
declaración sobre su salud que se emitió en la víspera, cuando se
informó que sintió una deshidratación tras hablar por más de una hora en
la Universidad de Massachusetts en Amherst.
Yellen, de 69 años, quien recibió los cuidados médicos
en una sala privada fuera del escenario, participó tras el incidente en
una cena con el canciller de la universidad y otros enviados especiales.
Se mostró bien y conversadora, según una persona que
participó en la cena. Un portavoz de la Fed dijo que Yellen se sintió
bien tras el incidente.
Yellen es la persona más poderosa de las finanzas
mundiales y la preocupación por su salud llega en un momento clave para
la Fed, que ha estado debatiendo cuándo subirá los tipos de interés en
Estados Unidos por primera vez en casi una década.
El discurso de Yellen fue el primero desde que la
semana pasada el banco central decidió posponer un muy anticipado
despegue de los "tipos".
"Si me preguntan, es preocupante", dijo el doctor
Andrew Stemer, un profesor asistente de neurología y radiología de la
Escuela de Medicina de la Universidad de Georgetown.
Sin embargo, agregó que es difícil ofrecer un
diagnóstico sin exámenes de laboratorio o la historia médica: "Quiero
ser cuidadoso y no especular sobre cosas que no conozco".
El presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard,
dijo que el banco central estaba bien preparado en el caso de que su
jefe por alguna razón no pudiese seguir realizando sus labores.
La Fed "tiene mucha gente con talento así que podremos
seguir adelante muy bien si hay problemas graves", dijo Bullard el
viernes a periodistas.
Si un presidente de la Fed queda incapacitado, el
vicepresidente, en este caso el ex presidente del Banco de Israel
Stanley Fischer, se haría cargo del consejo de gobernadores.
Dependiendo de cuánto tiempo la presidenta estuviese
alejada, William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York y
vicepresidente del Comité Federal de Mercado Abierto, presidiría
temporalmente el grupo que se encarga de la política monetaria hasta que
éste elija a un jefe.
"Puede ser un poco inquietante para los mercados
financieros si ocurre, pero creo que el hecho de que Fischer es bien
conocido y muy respetado podría limitar la volatilidad que podría traer
una sucesión", dijo Michael Feroli, economista jefe de JPMorgan en
Estados Unidos y ex funcionario de la Fed.
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