SAO PAULO.- Brasil confía en la
"competencia" de China, su principal socio comercial, para administrar
las dificultades económicas por las que pasa el gigante asiático, afirmó
hoy en Sao Paulo el nuevo embajador de Brasil en China, Roberto
Jaguaribe.
"Las crisis por las que estamos pasando son crisis cíclicas" y por
eso ambos países necesitan, en los actuales momentos de "complejidad
económica", estrechar más la cooperación con "integración productiva y
convergencia", manifestó Jaguaribe durante un encuentro con el Consejo
Empresarial Brasil-China (CEBC).
China, mayor socio comercial de Brasil y principal destino de las
materias primas minerales y agrícolas brasileñas, pasa por una
desaceleración de su economía y, para enfrentar ese escenario, devaluó
el yuan, lo que tuvo un impacto en el gigante suramericano.
"Brasil tiene plena confianza en la competencia administrativa de
China, sabemos que no son problemas fáciles, pero también sabemos que
los momentos de transición son un paso necesario y el crecimiento
mundial le debe en los últimos años al crecimiento de China", expresó
Jaguaribe.
La economía de Brasil, por su parte, entró en una recesión técnica al
acumular dos trimestres consecutivos con números rojos, y las
previsiones oficiales calculan una contracción del 1,49 % en 2015.
Durante la reunión promovida por el Banco Itaú y de la que
participaron representantes de multinacionales brasileñas y chinas que
integran el consejo, Jaguaribe dijo que existe una "confianza recíproca"
para, a pesar de la distancia geográfica y de las particularidades,
buscar salidas conjuntas a la crisis.
"Con China tenemos relaciones de gran intensidad y relevancia, pero
con muchas cosas todavía para ser construidas, por increíble que parezca
con la actual densidad de las relaciones", comentó Jaguaribe, quien
deja la representación diplomática en Londres para asumir en próximos
días como nuevo embajador en Pekín.
A pesar de los recientes problemas, China, apuntó el embajador, se
sigue "reafirmando como actor central y Brasil lo entiende como positivo
para el mundo y para Brasil mismo en particular".
"Sabemos que todo el mundo pasa por momento de incertidumbre
económica" y, en el caso de China, eso no impide que el dinamismo de las
relaciones bilaterales continúe, como por ejemplo, con "el desarrollo
conjunto de satélites", citó el diplomático.
El flujo de inversiones extranjeras a Brasil deberá ser retomado y en
el caso de China existe interés especial en el "área de
infraestructura, que es de fundamental relevancia por las deficiencias
alarmantes de la infraestructura en Brasil", subrayó Jaguaribe.
China pretende elevar con Brasil su comercio bilateral desde los casi
80.000 millones de dólares de 2014 hasta 100.000 millones de dólares en
los próximos años.
El exministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior y
miembro del Consejo Administrativo de la multinacional de alimentos
BRF, Luiz Fernando Furlán, comentó que el mercado chino, "por sus
dimensiones", tiene que ser "siempre atractivo" para las empresas
brasileñas, "en momentos de crisis o no".
En el caso de BRF, Furlán indicó que la estrategia de actuación en
China no cambió con el actual escenario económico de ese país y que, por
el contrario, abrió más posibilidades de "asociaciones con productores
locales, para ganar en expansión".
El representante de la Embajada de China en Brasil Wang Wei opinó que
su país adoptó un "cambio intermediario ajustado", y por eso "ya no hay
espacio para una mayor devaluación" del yuan, como estrategia para
fortalecer las exportaciones, lo que también encareció las importaciones
y puso en alerta a los productores brasileños.
Para encarar la reducción de la demanda en China, Wei propuso concretar los recientes acuerdos de cooperación bilateral.
Brasil y China firmaron en mayo pasado en Brasilia 35 acuerdos de
inversiones, negocios y cooperación que pudieran sumar inversiones por
53.000 millones de dólares.
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