SEATTLE.- El presidente chino, Xi Jinping,
buscó proyectar un buen clima de negocios para las firmas
estadounidenses, al decir que su país está preparado para reducir gran
parte de las restricciones sobre la inversión extranjera y estimó un
largo período de crecimiento para China.
Xi, quien inició el martes una visita de una semana a
Estados Unidos, realizó sus comentarios a un grupo de líderes
empresariales en Seattle. Poco después de sus palabras la empresa de
aviación Boeing confirmó que recibió órdenes y compromisos por 300
aviones desde China, por un valor de 38.000 millones de dólares.
La parada en la Costa Oeste es la primera etapa del
viaje de Xi a Estados Unidos y le da la oportunidad de resaltar la
cooperación de China con las compañías locales antes de dirigirse a
Washington, donde lidiará con todo el espectro que tensa las relaciones,
desde el problema en el Mar de China hasta los derechos humanos.
"La positiva tendencia a largo plazo de la economía de
China no cambiará", dijo Xi en la reunión, pese a que nuevos datos
mostraron el miércoles que la actividad del sector fabril del país se
hundió a mínimos de seis años y medio.
Xi aseguró que era consciente de los riesgos y desafíos
que enfrenta la economía china, y que estaba adoptando medidas
macroeconómicas contundentes e innovadoras para abordarlas.
El reciente menor control sobre el yuan -que devaluó la
moneda para impulsar sus exportaciones- enfadó a Estados Unidos y se le
culpó de la turbulencia de los mercados en agosto.
"Creo que desde una perspectiva a largo plazo, los
fundamentos económicos de China son buenos", afirmó Xi en la reunión,
que incluyó al presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, y a Warren
Buffet de Berkshire Hathaway.
"Estamos trabajando para crear un nuevo sistema
económico abierto, avanzar con reformas de la gestión de inversión
extranjera y reducir en gran medida las restricciones sobre inversión
extranjera", agregó.
Xi también afirmó que espera que a cambio Estados
Unidos relaje sus restricciones a las exportaciones sobre productos de
alta tecnología y cree un ambiente empresarial justo para los inversores
chinos en el país.
Tras su reunión con los líderes empresariales, Xi
recorrió Everett, en el estado de Washington, donde Boeing fabrica aviones como el
777 y el 787 Dreamliner.
El presidente visitó más tarde el campus de Microsoft
en Seattle, donde fue recibido por el co-fundador de la firma Bill
Gates, su presidente ejecutivo, Satya Nadella, y otros ejecutivos de
alto rango.
Luego asistió a una reunión de presidentes ejecutivos
estadounidenses y chinos y fue recibido, entre otros, por el CEO de
Facebook, Mark Zuckerberg, quien habló con Xi en mandarín. La
conversación, que fue privada, duró alrededor de un minuto. La
plataforma Facebook está prohibida en China.
Aunque algunas empresas habían difundido de manera
privada que la reunión de sus presidentes ejecutivos con Xi podría ser
significativa y durar una hora o más, de hecho, fue poco más que un
intercambio de cumplidos y una sesión de fotos.
Una portavoz de Microsoft dijo que Xi habló durante
unos seis minutos y que ninguno de los líderes empresariales
estadounidenses respondió.
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