LA HABANA.- El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a
Cuba, ya con más de 50 años de duración, afecta hoy especialmente a los
sectores de mayor impacto social en este país.
La medida, repudiada en el seno de la Asamblea General de las Naciones
Unidas por 188 países, permanece vigente a pesar de los planteamientos
del presidente Barack Obama reconociendo públicamente el fracaso de su
nación en los objetivos de liquidar a la Revolución Cubana, frustrados
por la resistencia del pueblo de la nación caribeña.
El informe presentado este año por Cuba se debatirá en la Asamblea General y resalta como el bloqueo niega el derecho al desarrollo, algo inalienable, violando la prerrogativa de los pueblos para participar en un desarrollo económico, cultural, social, y político en el que puedan realizarse plenamente todas las libertades fundamentales.
El bloqueo, afirma Cuba, continúa siendo una política absurda y moralmente inaceptable que, como reconoce el presidente de Estados Unidos, no ha servido al propósito de doblegar la decisión del pueblo cubano de elegir su sistema político y controlar su futuro.
El informe subraya, por ejemplo, los daños causados a la isla por esa disposición punitiva en las áreas de la salud y la alimentación que gozan de máxima prioridad como parte de la misma esencia del proceso revolucionario triunfante en 1959.
Esta labor en los dos sectores ostenta indicadores reconocidos internacionalmente, pues aun en los momentos económicos más adversos, Cuba invirtió cuantiosos recursos financieros, materiales y humanos para garantizar la sostenibilidad de ellos, pero son entorpecidos por la agresividad norteamericana.
La afectación en el sector de salud desde el inicio del bloqueo alcanza 2.541 millones de dólares, pero es difícil calcular el impacto humanitario si se tiene en cuenta personas y familias golpeadas por esta injusta política a pesar de los esfuerzos de médicos, especialistas y técnicos empeñados en la gran tarea de salvar vidas.
El bloqueo se manifiesta en la necesidad de adquirir en mercados geográficamente lejanos, medicamentos, reactivos y repuestos para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental y otros servicios indispensables.
Ello obliga a recurrir por parte de Cuba a intermediarios elevando de manera considerable los gastos y demorando peligrosamente el tratamiento a los pacientes.
Debido al bloqueo se violan los derechos de los propios ciudadanos estadounidenses que desean tratarse en Cuba y ven limitadas sus posibilidades de viajar al país caribeño estableciendo de esta forma una verdadera discriminación con esas personas y negándoles en ocasiones la posibilidad de salvar sus vidas.
El informe presentado este año por Cuba se debatirá en la Asamblea General y resalta como el bloqueo niega el derecho al desarrollo, algo inalienable, violando la prerrogativa de los pueblos para participar en un desarrollo económico, cultural, social, y político en el que puedan realizarse plenamente todas las libertades fundamentales.
El bloqueo, afirma Cuba, continúa siendo una política absurda y moralmente inaceptable que, como reconoce el presidente de Estados Unidos, no ha servido al propósito de doblegar la decisión del pueblo cubano de elegir su sistema político y controlar su futuro.
El informe subraya, por ejemplo, los daños causados a la isla por esa disposición punitiva en las áreas de la salud y la alimentación que gozan de máxima prioridad como parte de la misma esencia del proceso revolucionario triunfante en 1959.
Esta labor en los dos sectores ostenta indicadores reconocidos internacionalmente, pues aun en los momentos económicos más adversos, Cuba invirtió cuantiosos recursos financieros, materiales y humanos para garantizar la sostenibilidad de ellos, pero son entorpecidos por la agresividad norteamericana.
La afectación en el sector de salud desde el inicio del bloqueo alcanza 2.541 millones de dólares, pero es difícil calcular el impacto humanitario si se tiene en cuenta personas y familias golpeadas por esta injusta política a pesar de los esfuerzos de médicos, especialistas y técnicos empeñados en la gran tarea de salvar vidas.
El bloqueo se manifiesta en la necesidad de adquirir en mercados geográficamente lejanos, medicamentos, reactivos y repuestos para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental y otros servicios indispensables.
Ello obliga a recurrir por parte de Cuba a intermediarios elevando de manera considerable los gastos y demorando peligrosamente el tratamiento a los pacientes.
Debido al bloqueo se violan los derechos de los propios ciudadanos estadounidenses que desean tratarse en Cuba y ven limitadas sus posibilidades de viajar al país caribeño estableciendo de esta forma una verdadera discriminación con esas personas y negándoles en ocasiones la posibilidad de salvar sus vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario