ANKARA.- Los jefes de Finanzas del G-20
coinciden ampliamente en la necesidad de llevar a cabo reformas
estructurales para alentar la productividad en lugar de apelar a una
política monetaria laxa, dijo el sábado el ministro británico George
Osborne.
La política monetaria ha sido un foco de atención clave
durante el encuentro de esta semana de los titulares de bancos
centrales y ministros de Finanzas del Grupo de las 20 economías líderes
del mundo en Ankara, pero varios funcionarios también reclamaron una
aceleración en las reformas estructurales.
"Soy muy claro, dado que efectivamente hay muchas
personas alrededor de la mesa, en que los países necesitan vivir con sus
propios medios", dijo Osborne hoy, al ser
consultado sobre si se había debatido sobre la necesidad de mayor
estímulo fiscal en la reunión del G-20.
"En lo que pienso que todos coincidimos es en que, ante
la política monetaria muy laxa que se ve en muchos países, hay una
necesidad de aplicar reformas estructurales reales", agregó el ministro
británico desde la capital turca.
Un delegado que vio la más reciente versión de un
borrador del comunicado que emergerá de la reunión dijo que incluía una
mención a que el G-20 concuerda en que el énfasis extremo en la política
monetaria no llevará a los países hacia un crecimiento equilibrado.
Osborne dijo que "productividad" había sido la
expresión en boga en los encuentros de Ankara, aunque reconoció que
llevar eso a un programa coherente de reformas era un gran desafío para
muchos países.
Con respecto a China, cuya desaceleración de la
economía y reciente turbulencia financiera han generado sombra en la
economía global, Osborne señaló que veía razones para ser optimista.
"Lo que se ve es un compromiso desde una economía
liderada por la inversión a una economía liderada por el consumo",
expresó, y agregó que la continuidad del programa de reforma chino
beneficiaba a todo el G-20.
"No queremos ver esa turbulencia, por supuesto. Los
mensajes que hemos estado recibiendo aquí sobre esto han sido
alentadores", añadió.
Los representantes de Finanzas del G-20 acordarán
evaluar e informar cuidadosamente sobre las medidas de política
monetaria para no alentar una fuga de capitales, aunque evitarán aludir a
un alza en tasas de interés en Estados Unidos como un riesgo para el
crecimiento, según un borrador.
Muchas economías emergentes temen que cuando la Reserva
Federal de Estados Unidos eleve los costos de endeudamiento, los
inversores abandonen otros mercados y compren activos en dólares,
alentando la depreciación de las monedas en los mercados emergentes.
"Pienso que el desafío para los mercados emergentes es
asegurar que estén listos para la salida de la política monetaria laxa
cuando eso suceda, cuando sea que se tome esa decisión", dijo Osborne.
"Hay mucho foco en los mercados emergentes, no sólo en
China y el mercado bursátil de allí, sino en su capacidad de salir de la
política monetaria flexible y asegurarse de que están llevando a cabo
las reformas estructurales", precisó.
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