martes, 15 de septiembre de 2015

El gasto público chino se dispara por las medidas de estímulo

PEKÍN.- El gasto fiscal de China se disparó un 25,9 por ciento en agosto respecto al mismo mes del año previo, en medio de los esfuerzos de Pekín para revitalizar un crecimiento económico mustio.

Se trata del mayor alza desde abril, cuando el gasto aumentó un 33 por ciento, mostraron el martes datos del Ministerio de Finanzas.
En los primeros ocho meses del año, el gasto fiscal aumentó un 14,8 por ciento a 10 billones de yuanes (1,57 billones de dólares) comparado con el mismo período del año pasado.
China está intentando elevar el estímulo fiscal para fortalecer el crecimiento a corto plazo y protegerse contra las presiones deflacionarias, en momentos en que las respuestas de política monetaria tradicionales como los recortes de tipos de interés tienen un menor impacto sobre la actividad económica que en el pasado.
Entre enero y agosto, el gasto en educación aumentó un 15,8 por ciento, un 19,5 por ciento en servicios de la salud, un 22,7 por ciento en conversión de energía y tecnología limpia y un 21,7 por ciento en seguridad social y empleo.
Sin embargo, el tosco proceso presupuestario de China, y en ocasiones las relaciones tensas con algunos funcionarios de los gobiernos locales, aún parecen estar complicando el proceso para convertir un mayor gasto en actividad real.
Las autoridades chinas han recuperado hasta un billón de yuanes (157.000 millones de dólares) de los gobiernos locales que no pudieron utilizar sus asignaciones presupuestarias, reportó el lunes, citando fuentes.
La enorme infrautilización, ligada a la reticencia de los funcionarios de gastar en proyectos de alto coste mientras las autoridades luchan contra la corrupción, apoya el argumento de algunos economistas de que la inversión estatal china ha crecido muy lentamente este año.
Los ingresos fiscales aumentaron un 6,2 por ciento en agosto respecto al mismo mes del año anterior y se han incrementado un 7,4 por ciento en los primeros ocho meses del 2015 frente al mismo lapso del año anterior, según los datos.
La demanda interna y mundial inestable, un mercado inmobiliario tambaleante y el enfriamiento de la inversión arrastrarían el crecimiento oficial de China a un 7 por ciento en el 2015, su nivel más bajo en un cuarto de siglo, aunque algunos analistas sospechan que los niveles de expansión real ya son mucho más débiles.

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