SEATTLE.- El presidente de China, Xi
Jinping, en el primer día de una visita de una semana a Estados Unidos,
trató de tranquilizar anoche a las empresas y los funcionarios sobre
una serie de temas complejos como la reforma económica, los ataques
cibernéticos, los derechos humanos y el robo de información comercial.
Xi, que ofreció un discurso a unos 650 ejecutivos de
negocios y otros invitados en Seattle, se refirió a los temas que han
tensado relaciones entre Estados Unidos y China.
China no manipulará su moneda para impulsar las
exportaciones y nunca participará en el robo de información comercial,
sostuvo, y agregó que su país no discriminará a las empresas
extranjeras, acelerará la apertura de su mercado y hará esfuerzos por
mejorar la situación de los derechos humanos.
"Si China y Estados Unidos cooperan bien, pueden
convertirse en una piedra angular de la estabilidad mundial", dijo Xi.
"Si entran en conflicto o confrontación, esto daría lugar a un desastre
para ambos países y el mundo en general", añadió.
Sin embargo, a pesar de sus comentarios
tranquilizadores, Xi se enfrenta a preguntas sobre las políticas
actuales de su Gobierno.
Probablemente será presionado respecto a temas
específicos cuando se reúna esta semana con líderes empresariales antes
de asistir a una cena de etiqueta en la Casa Blanca ofrecida por el
presidente Barack Obama.
Cerca de 100 personas se reunieron en el centro de
Seattle el martes para protestar contra los abusos a los derechos
humanos en China, la primera en la que podría ser una serie de
manifestaciones en contra de la presencia del líder chino.
La visita de Xi a Estados Unidos concluirá con un discurso en Naciones Unidas.
Antes de su discurso, Xi fue objeto de algunas críticas
sobre el tratamiento que reciben las empresas estadounidenses que
operan en China.
"Esta semana una serie de acuerdos importantes serán
anunciados junto con la visita del presidente Xi, los que ejemplifican
el compromiso de las compañías estadounidenses para apoyar el desarrollo
de China, tanto con capital como con tecnologías de punta", dijo la
secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker.
"Sin embargo, nosotros y nuestras empresas seguimos
teniendo preocupaciones serias acerca de una falta general de
transparencia legal y regulatoria, la protección inconsistente de la
propiedad intelectual, las políticas discriminatorias en el terreno
cibernético y tecnológico, y más en general la falta de igualdad de
condiciones en una gama de sectores", agregó.
En respuesta a las acusaciones de que China ha estado
detrás de los ataques cibernéticos que han afectado a bases de datos de
firmas estadounidenses y el Gobierno de ese país, Xi reiteró que China
también ha sido víctima de estas incursiones.
"El Gobierno chino no participará en robos de datos
comerciales ni alentará o apoyará tales intentos de parte de cualquier
persona," Xi prometió.
Los responsables de la Casa Blanca dijeron que el
espionaje cibernético será una parte clave de las conversaciones entre
Obama y Xi, pero no esperan que Estados Unidos anuncie sanciones
económicas contra China por el ciberespionaje antes de la llegada de Xi a
Washington.
En un foro de gobernadores chinos y estadounidenses en
Seattle, Xi dijo que la economía de su país se encamina a un crecimiento
rápido y que Pekín mantiene su compromiso con las reformas financieras y
una economía abierta.
"China no retrocederá en este proceso", dijo Xi.
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