El primer ministro de Finlandia ofrece su segunda casa para albergar a refugiados sirios

HELSNKI.- El primer ministro de Finlandia, Juha Sipila, anunció anoche en la televisión nacional que pone a disposición de los refugiados la casa que posee en su país para descanso y que rara vez utiliza debido a los compromisos que tiene en Helsinki. La vivienda esta situada en Kempele, más de 500 kilómetros al norte de la capital finlandesa.

    "En mi casa no hay mucho en la actualidad," dijo Sipila, de un partido de conservador, que viene haciendo una serie de llamamientos a los finlandeses para que muestren su solidaridad hacia los inmigrantes.
    "Espero que esto se convierta en una especie de movimiento popular, que lleve a muchos a asumir su parte de responsabilidad en esta crisis. Quiero poner mi piedra basal para ese edificio simbólico, para mostrar que Finlandia es un país multicultural", dijo el premier. La capacidad de acogida de Finlandia por la cantidad sde solicitudes de asilo ya recibidas están actualmente saturada: el gobierno ya ha recibido entre 25.000 y 30.000 peticiones, un número siete a ocho veces mayor que el de 2014.
    En tanto, el líder de la oposición israelí, Isaac Herzog, ha pedido al gobierno de su país que permita la entrada de refugiados sirios a Israel. Herzog se comunicó por teléfono con Kamal al-Labwani, un representante del gobierno sirio en el exilio en Europa y dijo que le comentó que la oposición en Damasco "tiene quejas graves contra las naciones del mundo". "Pido al gobierno israelí que aceptar refugiados, los judíos no podemos ser indiferentes ante esta crisis", insistió.
    Asimismo, el Nuevo Partido Democrático de Canadá presentó un plan para dar cabida a 10.000 refugiados sirios a finales de año y luego otro 9,000 por año durante los próximos cuatro años.
    "Hay momentos en la historia que nos definen como personas y como país. Con tantas personas que lo necesitan, este es uno de esos momentos. Debemos actuar ahora", afirmó enfática en un comunicado esa fuerza política.
    El Gobierno de Canadá quedó esta semana en incómoda situación luego de que el padre del pequeño kurdo muerto en las playas turcas en un naufragio y cuya imagen dio vuelta al mundo y conmovió sobremanera comentara que Toronto le negó asilo a su familia, pese a que una hermana suya vive en Vancouver.
    Las autoridades canadiense negaron que hayan recibido ese pedido de asilo, pese a los dichos de la prensa de ese país.
    También Serbia, que mostró una cara áspera frente a la crisis, pareció moverse sobre sus propios pasos este sábado.
    Serbia no levantará más muros o vallas contra los refugiados y los inmigrantes, aseguró el premier Aleksandar Vucic, quien ha pedido una solución conjunta entre los países de la UE porque la emergencia migratoria "es un "problema europeo". "

Mientras yo esté al frente del gobierno, nuestras fronteras no verán paredes ni alambre de púas, son cosas contra las que nosotros mismos hemos luchado", dijo Vucic en una entrevista con el periódico suizo Blik.