GINEBRA.- El relator de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los
migrantes, Francois Crépeau, se ha visto obligado a aplazar su visita a
Australia por la "falta de cooperación" del gobierno, según ha informado
el organismo internacional a través de un comunicado.
El experto de la ONU denuncia "amenazas de represalias" contra
personas dispuesta a cooperar con él. "Es algo inaceptable", ha señalado
Crépeau, en referencia a una ley que sanciona a personas en centros de
detención que revelen información protegida.
El relator de las
Naciones Unidas ha solicitado al Gobierno australiano "que garantizara
por escrito que ninguno de sus interlocutores correría riesgos de
intimidación o sanciones de acuerdo a esa ley relativa a la protección
de fronteras".
Al no recibir respuesta, el experto ha decidido
aplazar su visita a Australia entre el 27 de septiembre y el 9 de
octubre. Durante su estancia, Crépeau tenía previsto recoger testimonios
sobre la situación de los migrantes y los solicitantes de asilo en
Australia y en los Estados vecinos de Nauru y Papua Nueva Guinea.
"También
pidió con insistencia a las autoridades australianas que le facilitaran
el acceso a centros de registro de migrantes fuera de la costa, dada la
inquietud por la protección de los Derechos Humanos, pero que no había
obtenido una respuesta favorable a ello", concluye la nota de la ONU.
Las
autoridades australianas admitieron a principios de agosto que, desde
2013, han rechazado y devuelto a los países de origen a más de 600
solicitantes de asilo cuando trataban de alcanzar el país por mar en
pateras y otras embarcaciones.
El balance fue confirmado por el
ministro de Inmigración australiano, Peter Dutton, quien insistió en que
el país tiene "una política muy clara".
"La gente que trate entrar en
el país de forma ilegal no se pueden asentar en nuestro país", señaló el
ministro.
El titular de Inmigración hizo un balance de los
últimos 18 meses, desde que entró en vigor la nueva legislación. En este
tiempo las autoridades han interceptado 20 embarcaciones y ha devuelto a
633 inmigrantes, "todo un logro", según valoró Dutton. "Creo que es
importante recalcar que si esos 20 barcos hubieran llegado, le hubieran
sucedido otros 20, otros 200 o otros 2.000 barcos más", concluyó.
En
torno a 50.000 refugiados llegaron a la isla durante el anterior
Gobierno laborista entre 2007 y 2013, unas cifras que han descendido
drásticamente con el Ejecutivo de Tony Abbott, que ha estado en el poder
desde 2013 y que ha hecho de la estricta ley de inmigración una de sus
señas de identidad.
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