MADRID.- Las exportaciones
españolas a China saldrían beneficiadas si el país asiático profundizara
en las reformas hacia un cambio de modelo de desarrollo, basado en el
consumo de las familias, según prevén los expertos.
El profesor de Economía de IE Bussines School, Rafael Pampillón ha
explicado que si el Gobierno chino continúa con el cambio de modelo
económico "más consumista" y exige un mayor bienestar para el pueblo, es
"muy probable que esto afecte positivamente a las exportaciones
españolas".
"Una economía que tiende a primar el consumo es una economía que
presta más servicios", ha indicado Pampillón, quien apunta que en el
caso de que el consumo interno crezca en China, España podrá ayudar a
mejorar el capital humano en sectores como el turismo, la auditoría, la
asesoría financiera o las telecomunicaciones.
En relación con la devaluación del yuan, Pampillón ha descartado que
vaya a afectar al conjunto de la balanza comercial española y estima que
solo algunos sectores como el agroalimentario y el de los automóviles
podrían sufrir reducciones de sus exportaciones, ya que se trata de
movimientos "muy volátiles y de corto plazo".
Por otra parte, el profesor del IE Bussines School ha vaticinado que
China podría suponer una dura competencia a España a través de un
incremento en las exportaciones de otros bienes que no sean de bajo
contenido tecnológico.
Ante los posibles efectos de la devaluación del yuan en la relación
comercial entre los dos países, el profesor de Esade Law School, Jaumé
Giné considera que "el nivel de exposición del comercio exterior español
con China es menor al de otros países" europeos como Alemania, ya que
no se exportan tantos productos manufacturados.
Por ello, aunque sostiene que la depreciación del yuan afecta a
España directa e indirectamente a corto plazo, aconseja mantenerse
"expectante" para ver en qué medida China revierte la situación y lleva a
cabo las reformas estructurales pendientes.
A este respecto, Giné ha detallado que "se ha avanzado poco" en el
cambio de modelo de desarrollo hacia otro "mucho más sostenible", basado
en la demanda interna y en el sector servicios.
No obstante, ha afirmado que a medio plazo la tendencia de
crecimiento en las ventas será positiva porque antes de la crisis, en
China, había "un gran margen de crecimiento" de la cuota comercial,
debido a que "los niveles son muy bajos en relación con otros
competidores europeos como Italia".
España va a vender más "con independencia de que China crezca menos" porque podemos hacerlo, ha dicho.
Giné señala que las empresas españolas deben continuar esforzándose
por penetrar en el mercado chino y ha destacado que las principales
oportunidades de negocio para España en los próximos años se darán en el
sector servicios, en el medioambiental y aportando conocimientos al
sector de los servicios.
En el último informe de comercio exterior distribuido por el
Ministerio de Economía, las exportaciones españolas a China registraron
un aumento interanual del 4,5 % por importe de 2.144 millones de euros
en el primer semestre de 2015, frente a las importaciones que crecieron
un 25,5 % y fueron por un valor de 11.306 millones.
Así, el déficit comercial entre ambos países durante los seis
primeros meses del año se ha situado en 9.161 millones de euros, un
31,72 % más que el registrado en el año anterior.
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