PARÍS.- El Gobierno francés
bajará los impuestos el año que viene a más de ocho millones de hogares
por un valor total superior a los 2.000 millones de euros, según
adelantó hoy el presidente francés, François Hollande.
En su rueda de prensa semestral en el Palacio del Elíseo, el
mandatario galo señaló que las bajadas fiscales afectarán principalmente
al impuesto sobre la renta y que continuarán la senda iniciada ya el
año pasado.
Esta reducción será financiada a través del ahorro en el gasto
público, ya que, a su juicio, no puede implicar un aumento del déficit
público y el compromiso francés es que en 2017 esté por debajo del 3 %.
Al mismo tiempo, anunció que el crecimiento de la economía francesa
este año, que estará cerca del 1 %, será todavía insuficiente para que
se pueda reducir la tasa de desempleo.
Hollande prometió al comienzo de su quinquenio presidencial que si no
lograba crear empleo no volvería a presentarse como candidato a las
elecciones presidenciales en 2017.
Adelantó que las autoridades prevén un crecimiento económico del 1,5 %
para el año que viene, lo que consideró un "objetivo razonable".
También quiso intervenir -para cerrarlo- en el debate abierto en el
seno de su Gobierno acerca de una posible reforma de la duración del
tiempo de trabajo, establecido en las 35 horas semanales.
"La duración legal del trabajo no cambiará", señaló, aunque abrió la
puerta a que haya negociaciones dentro de las empresas sobre ese asunto
"siempre dentro del marco de la actual ley".
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