miércoles, 30 de septiembre de 2015

Irán ganó más por los impuestos que por petróleo por primera vez en 50 años

TEHERÁN.- Los ingresos del Estado iraní en concepto de impuestos y tasas superaron a los obtenidos por la venta de hidrocarburos por primera vez en 50 años, un resultado que refleja el alejamiento del país de su dependencia del petróleo y la mejora de su economía, informó hoy la agencia oficial iraní IRNA.

Según indicó en subdirector gerente de la Compañía Nacional Iraní de Petróleo (NIOC, en sus siglas en inglés), Alí Kardar, esta situación también se debe a la caída constate de los precios del petróleo en los mercados internacionales y la decisión del Gobierno del presidente Hasán Rohaní de abordar de forma más sistemática y completa la recaudación fiscal.
Así, se espera que los impuestos y tasas supongan un 32,2 % de los ingresos de la República Islámica, mientras que el petróleo quede en el 26,59 % durante el próximo año fiscal.
Kardar se expresó así durante una conferencia en la ciudad suiza de Ginebra, en la sin embargo también subrayó que en los próximos meses Irán lanzará una nueva forma de contratos para su industria de petróleo destinada a atraer inversores extranjeros con la idea de ampliar y mejorar la producción de hidrocarburos.
"Actualmente producimos 3 millones de barriles de petróleo al día, de los que se exportan 1,3 millones, pero esperamos estar exportando 2,3 millones para junio del año que viene", añadió Kardar.
Cifras difundidas por IRNA señalan que en la actualidad tan solo el 10 % de Producto Interior Bruto iraní depende del petróleo y que el 20 % los ingresos de esta industria, la mayor del país con diferencia, se dedica a un fondo soberano orientado al desarrollo.
El director de la Administración Nacional de Impuestos de Irán, Alí Asgari, informó hace unos días de que la proyección de ingresos fiscales para este año creció un 30,3 % comparada con el año anterior, hasta llegar a unos 21.200 millones de dólares.
Asgari subrayó que este crecimiento no se debió a ninguna subida de impuestos sino a una aplicación más estricta de la legislación.
"Se decidió que los que no paguen los impuestos afrontarán toda la fuerza de la ley, lo que incluye denuncias criminales, multas y sentencias de prisión. Los evasores fiscales afrontarán también exclusión social y tendrán prohibido servir como responsables de cualquier organización o ser miembros del Parlamento", indicó.
Evitar la dependencia del petróleo ha sido uno de los argumentos clave de la política económica de varios Gobiernos iraníes, si bien ha sido el actual presidente Rohaní el que más ha impulsado medidas para fomentar otras industrias, como el turismo, la automoción o las energías alternativas.
Desde que asumió el poder en agosto de 2013, Rohaní logró con sus políticas estrictamente liberales reducir la inflación de un 40 % a un 13,5 % que se proyecta para este año fiscal y sacar la economía iraní de la recesión.
El previsible fin de las sanciones internacionales que agobian la economía iraní en cuanto entre en vigor el acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y las potencias occidentales también permite aventurar una mejora de la situación del país, que ya ha despertado mucho interés en inversores extranjeros.
Si bien la mayor parte de este dinero irá al sector de los hidrocarburos, desde el Gobierno se está presionando para diversificar sectores y para lograr inversiones que impulsen otras industrias locales y que permitan transferencias tecnológicas.
Todo esto entre previsiones como la realizada el pasado mes de agosto por el Banco Mundial, en la que se señaló que un retorno del petróleo iraní a los mercados mundiales tras el fin de las sanciones llevaría a un abaratamiento del precio del barril en unos 10 dólares.

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