LONDRES.- A pesar de la brutal corriente
vendedora de activos financieros de la semana pasada y de que la
volatilidad alcanzó niveles que no se veían desde la crisis financiera
de 2008-2009, las predicciones de un derrumbe sistémico en los mercados
han sido hasta ahora erróneas.
Tras seis años de fuertes presiones por parte del
sector financiero para advertir de las consecuencias no previstas de
reprimir la asunción riesgos tras la crisis, especialmente en los
negocios extrabursátiles con bonos, los mercados hasta ahora han sido
capaces de resistir una serie de sacudidas cortas y fuertes al sistema.
Los movimientos de la semana pasada no fueron nimios.
El índice de las principales acciones de Estados Unidos sufrió la mayor
caída intradiaria de la que se tenga registro y China se vio enfrentada a
la mayor corriente vendedora desde 2007.
El índice VIX (.VIX), que mide de la volatilidad de los mercados, volvió a los niveles de la crisis financiera.
Incluso instrumentos líquidos confiables de los
mercados bursátiles como los fondos negociables (ETF) fueron arrastrados
por la tormenta perfecta de poca liquidez en verano, efectos de
arrastre por estrategias informáticas y los temores a la desaceleración
en China.
Tanto así, que los reguladores estadounidenses y de los
mercados bursátiles están revisando de nuevo las reglas diseñadas para
que la negociación sea ordenada.
A pesar de las dificultades por las sacudidas de los
meses recientes, las advertencias del peligro de un choque por escasez
de liquidez de inversores como Carl Icahn, el gurú de los bonos Bill
Gross y el jefe del regulador de valores de Estados Unidos parecen
prematuras, según inversores y analistas.
"No veo que nos estemos encaminando a un evento
catastrófico de liquidez", dijo Philip Poole, jefe de investigación de
Deutsche Asset & Wealth Management.
"Pero es verdad que la liquidez ha bajado".
Los inversores se están acostumbrando a los shocks en
el sistema bajo una nueva normalidad con mercados fragmentados,
herramientas de inversión en índices pasivos muy populares y un auge de
los precios de los activos tras años de apoyo de dinero barato de los
bancos centrales.
"Las pequeñas crisis en el mercado parecen ser la nueva
norma (...) La gente parece tomarlo como un defecto que puede tolerar",
dijo David Weiss, analista senior de Aite Group.
"Pero (...) ¿qué tantos defectos pueden tolerar?"
Si bien los años de abundancia de efectivo de los
bancos centrales han ayudado, el Banco Internacional de Pagos ha
advertido que la persistencia de unos tipos de interés tan bajos supone
riesgos crecientes para la estabilidad financiera y el crecimiento
económico.
"Los riesgos de cambios en las condiciones generales de
liquidez son reales, lo que justifica una reducción significativa de la
exposición a todas las clases de activos", dijo Didier Saint-Georges,
director gerente de Carmignac, en una nota a clientes.
Sin embargo, lo que sorprende de la reciente caída en
los mercados es que los inversores se han mostrado dispuesto para volver
a entrar.
Pese a factores estructurales como las transacciones
programadas que siguen tendencias y la falta de liquidez que exacerban
las ventas, han vuelto las apuestas a que el mundo sigue creciendo y que
los bancos centrales mantendrán su apoyo a los mercados.
Cuando no haya una vuelta a los mercado es cuando la
música dejará de sonar, dijo Stephen Jefferies, jefe de monedas y
mercados emergentes de J.P.Morgan.
Pero por ahora los mercados están superando los obstáculos y no sufriendo un colapso sistémico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario