WASHINGTON.- El proyecto del
canal nicaragüense "está más cerca que nunca" y logrará reducir
sensiblemente los tiempos y costes para los grandes buques, dado que
estará especialmente diseñado para ellos, explico hoy en Washington Paul
Oquist, ministro secretario privado para Políticas Públicas de
Nicaragua.
"El objetivo es convertir a Nicaragua en un centro internacional de
transporte marítimo para los megabuques que serán los principales
responsables del transporte marítimo en el futuro próximo", señaló
Oquist en una conferencia en el centro de estudios del Council of the
Americas.
Una vez completado, subrayó, se reducirá "en dos semanas" el tiempo
necesario para uno de estos enormes barcos desde Nueva Jersey (EE.UU.) a
Shanghai (China), ya que actualmente no pueden pasar por el canal de
Panamá y deben rodear el continente por el estrecho de Magallanes, en el
sur.
"El proyecto está más cerca que nunca", remarcó.
En su intervención, el representante del Gobierno nicaragüense
destacó la sólida situación macroeconómica del país y el sostenido ritmo
de crecimiento económico de un 5 % de media desde 2011 como factores
atractivos para la inversión extranjera.
Las obras del gran canal interoceánico, cuya inversión se estima en
cerca de 50.000 millones de dólares, están a cargo de la firma china
HKND Group, que recibió una concesión del Gobierno nicaragüense por 50
años, tanto para desarrollar el proyecto como para operar posteriormente
el canal, del que Nicaragua percibiría una parte de los beneficios.
Oquist señaló que había habido mucha desinformación respecto al
proyecto, especialmente sobre el impacto medioambiental, y que HKND
había mostrado un gran interés en anteponer "la calidad a la reducción
de costes".
De acuerdo con el representante del Gobierno nicaragüense, la obra
desplazará a 28.000 personas que viven en la zona donde se establecería
el canal, y no serán reubicados "a más de 12 kilómetros de distancia de
su asentamiento original".
Asimismo, indicó HKND se ha comprometido a que "la mitad de la fuerza
laboral" que participe en las labores de construcción sea local.
La magnitud del proyecto es enorme, recalcó Oquist: la sola inversión
del proyecto representa más de cuatro veces el PIB anual de Nicaragua,
calculado en 12.000 millones de dólares, y se estima que durante su
construcción dará empleo a 50.000 personas.
Esta semana, Nicaragua anunció que la consultora internacional de
geología y recursos CSA Global, de Australia, colaborará en la
definición de los riesgos sísmicos para el canal y a nivel de
Centroamérica, como parte de los estudios de viabilidad.
Aunque el Gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega no ha
precisado la fecha para comenzar las obras, HKND ha señalado que espera
que se inicie en 2019.
El proyecto del canal de Nicaragua consiste en una obra tres veces
más grande que la que funciona en Panamá, con 276 kilómetros de largo
por 230 a 520 metros de ancho y 30 metros de profundidad.
La obra partiría al país en dos y atravesaría el Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca.
El mismo incluye subproyectos, como un aeropuerto, dos puertos, un
lago artificial, dos esclusas, una zona de libre comercio, carreteras,
un complejo turístico, así como fábricas de acero y cemento.
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