WASHINGTON.- Cuando en 2008 la Reserva Federal
de Estados Unidos llevó su tipo de interés de referencia a cerca de cero
generó un debate sobre los riesgos de quedarse sin espacio para
rebajarlos y por las burbujas financieras que eso podría generar.
Seis años después hay pocas burbujas a la vista, pero
un nuevo riesgo: que el nivel cero se haya convertido en la práctica en
un ancla para los tipos de interés que a la Fed le cuesta más trabajo de
lo esperado levantar.
Tres grandes bancos centrales han llegado al límite
cero: la Fed, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón.
Ninguno ha podido salir de esa zona con éxito y el BCE incluso considera
ampliar su programa de impresión de dinero.
Si bien los responsables de la Fed insisten en que
Estados Unidos puede y se alejará del resto del grupo con un alza de
tipos, la decisión del jueves vino acompañada de la cautela por un nuevo
efecto mariposa en la economía, en que una sacudida en los mercados
chinos puede endurecer las condiciones financieras en Estados Unidos y
cambiar el curso de acción de la Fed.
Es una situación que puede dejar a la Fed varada a la
espera de que toda la economía mundial esté creciendo en sincronía y sin
riesgos en el horizonte.
"Puede haber un mercado laboral flojo y no haberse
cumplido el objetivo de inflación, pero ¿dónde está escrito que todo
tiene que alinearse para que comiences a levantar las medidas de
emergencia?", dijo Erik Weisman, economista jefe de MFS Investment
Management. "Esas condiciones nunca se van a cumplir de forma cabal".
La decisión de esta semana de postergar otra vez el
alza de tipos "es el comienzo del establecimiento de la idea en la Fed
de que un exceso mundial de capacidad está teniendo un mayor papel en
determinar los salarios y los precios en el país", dijo Steven
Ricchiuto, economista jefe de Mizuho Securities USA.
En su conferencia de prensa, la presidenta de la Fed,
Janet Yellen, se refirió en repetidas ocasiones a los acontecimientos
globales que han afectado a la economía de Estados Unidos, minando la
inflación y amenazando al crecimiento económico.
Durante gran parte del año pasado los responsables de
la Fed dijeron que esperaban que esos factores, desde bajos precios del
petróleo a una fortaleza del dólar y ahora la debilidad de China, se
desvanecieran y permitieran una aceleración de la inflación y alzas de
salarios en línea con la caída del desempleo.
Sin embargo, las últimas proyecciones económicas de la
Fed ponen ese momento en un futuro aún más lejano, sin expectativas de
que la inflación alcance la meta del 2 por ciento hasta 2018, pese a que
se espera que el desempleo llegue al 4,8 por ciento.
Yellen aún confía en que la mecánica fundamental de la
economía se manifeste finalmente y haya una mayor inflación, pero el
banco central parece tener menos certeza que nunca sobre cuándo puede
ocurrir eso.
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