WASHINGTON.- Las autoridades de la Reserva
Federal parecían estar sumamente divididas ayer sábado sobre cómo
afectarán a Estados Unidos los graves problemas de la economía mundial,
una fractura que podría dificultar la posición de la presidenta de la
entidad, Janet Yellen, en el debate sobre un alza de las tasas de
interés.
Aunque la última decisión de la Fed aplazó de nuevo el
momento del "despegue" de los tipos de interés por una votación casi
unánime, el jefe de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard, dijo
que la sesión estuvo cargada de tensión, dado que los funcionarios
discutieron sobre si la incertidumbre por la economía mundial o el
crecimiento estadounidense merecían más atención.
Al final, el comité que fija la política monetaria de
la Fed consideró que la débil demanda mundial, un posible debilitamiento
de las presiones inflacionarias y las recientes turbulencias de los
mercados eran motivos suficientes para mantener intacto el rango
objetivo de los "fed funds" o fondos federales, a la espera de
determinar la manera en que éstos factores podrían impactar en Estados
Unidos.
Bullard, que este año no cuenta con derecho a voto en
la Comisión de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés), dijo
que se habría sumado al presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey
Lacker, en su decisión de votar a favor de un alza de los tipos, al
contrario de lo estipulado por una mayoría en el comunicado emitido el
jueves por el banco central.
Bullard expresó su preocupación de que la Fed estuviera
prestando demasiada atención a la reciente inestabilidad de los
mercados financieros.
Los mercados sufrieron una fuerte liquidación durante
el verano, en medio de las preocupaciones por una desaceleración brusca
de la economía china, que reflejaría un ajuste de corto plazo o más
problemas estructurales en el horizonte.
"Los mercados financieros tienden a oscilar, algunas
veces de manera repentina. La política monetaria necesita ser más
estable", dijo Bullard, quien en comentarios preparados para una
asociación de banqueros dijo que no pensaba que la Fed "brindó una
respuesta satisfactoria" al escenario de tipos de interés en niveles
cercanos a cero.
La economía se encuentra cerca del empleo pleno y la
inflación avanzará casi con seguridad, dijo Bullard, lo que dejaría a
una política de siete años de tipos extraordinariamente bajos en
discordancia con el escenario general de la mayor economía mundial, que
es robusto.
Y en un comunicado por separado, Lacker dijo el sábado
que consideraba que los tipos de interés actuales "probablemente no son
apropiados para una economía con un consumo persistentemente sólido y
mercados laborales cada vez más ajustados".
Sin embargo, al menos por ahora la Fed ha dejado de
lado estos razonamientos para centrarse en una única preocupación: que
la debilidad de la economía global pueda lastrar a Estados Unidos.
Algunos funcionarios del banco, como Yellen, dijeron
que una bajada en las expectativas inflacionarias era inquietante porque
reflejaba un deterioro de la confianza en la recuperación.
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