miércoles, 23 de septiembre de 2015

Xi pide mayor confianza y menos sospechas en la relación de China con EEUU

SEATTLE.- El presidente chino, Xi Jinping, pidió mayor confianza y menos sospechas en la relación bilateral con Estados Unidos, previo a un encuentro el viernes con el mandatario Barack Obama en la Casa Blanca.

Su primer discurso el martes tras arribar a Estados Unidos, en Seattle (oeste) ante empresarios, se produjo en momentos en que un grupo de empresas chinas firmó un acuerdo con a estadounidense Boeing para la compra de 300 aviones, según la agencia china Xinhua, que no especifica modelos ni el monto de la operación.
Asimismo, la estatal Corporación de Aviación Comercial de China firmó un acuerdo con Boeing para abrir en el país asiático un "centro de terminación" de su avión de medio alcance B737, agregó Xinhua.
Xi insistió en que Pekín no quiere un conflicto con Estados Unidos, pese a las tensiones entre ambos países en varias áreas. "Queremos ver un mejor entendimiento y confianza y menos distanciamiento y sospechas", dijo Xi, enfatizando en la necesidad de una mayor comprensión de las "intenciones estratégicas" del otro. "Si se entrara en un conflicto y confrontación, eso llevaría al desastre para ambos países y, por ende, para el mundo", sostuvo el mandatario.
Xi fue presentado a su auditorio por el exsecretario de Estado Henry Kissinger, artífice del acercamiento entre Washington y Pekín en 1971, y quien calificó al mandatario chino como el hombre capaz de llevar la relación a un nuevo nivel.
Xi, que deberá tratar temas candentes con la administración Obama, como la creciente presencia de Pekín en el mar de China Meridional, los ataques de piratas informáticos o las acusaciones de prácticas comerciales desleales contra inversores estadounidenses en su país, buscó tranquilizar a los empresarios, subrayando que China es una fuerza positiva en la economía global y está avanzando en reformas.
Prometió tratar a los inversores estadounidenses en China de forma justa y combatir el cibercrimen. "Abordaremos las preocupaciones legítimas de los inversores extranjeros", aseveró. "Respetamos las normas empresariales internacionales de no discriminación", indicó a una audiencia que incluía a directores de empresas como Boeing, Amazon, DuPont, IBM o Microsoft, todos con fuertes negocios con China.
En cuanto a la piratería informática, manifestó que "China es una ferviente defensora de la ciberseguridad" y dijo estar preparado para establecer un "mecanismo conjunto de diálogo de alto nivel" con Estados Unidos para combatir el problema. "El gobierno chino no se involucrará en ningún robo comercial de ningún tipo ni alentará o respaldará intentos de este tipo", aseguró.
Asimismo, sugirió que las amenazas de aplicar sanciones contra funcionarios chinos por presunta piratería informático estaban fuera de lugar y que el cibercrimen debe ser perseguido "de acuerdo a la ley".
Xi enfatizó también que la desaceleración china es temporal. "Actualmente, todas las economías afrontan dificultades y nuestra economía también está bajo presión", indicó Xi, asegurando que "el mercado de valores chino ha alcanzado una fase en la que se recupera y ajusta por sí mismo".
Asimismo, explicó que ya no depreciará el yuan únicamente para sostener las exportaciones chinas. "Estamos en contra de la depreciación competitiva o de una guerra de divisas. No bajaremos la tasa de cambio del yuan para sostener las exportaciones", señaló.
El presidente Xi, que vivió en EEUU hace varias décadas, pasará dos días en Seattle reuniéndose con gobernadores de Estados que mantienen un intercambio comercial o inversiones fuertes con China, y con miembros de las propias empresas. Este miércoles visitará las sedes de Boeing y Microsoft, así como un centro educativo de Seattle. Todas estas reuniones busca demostrar que Estados Unidos lo considera un interlocutor comercial serio, pero también enviar a Washington el mensaje de que las empresas estadounidenses necesitan a China.
Xi citó además la lucha contra la corrupción que lleva adelante su gobierno y señaló directamente a Estados Unidos por permitir a chinos buscados por ese delito esconderse en su territorio. Reclamó la cooperación de Washington "para que se rechace dar refugio en el extranjero a los elementos corruptos".
El tema de los derechos humanos también está sobre la mesa, sobre todo por un proyecto de ley que restringe de manera severa las actividades de ONG extranjeras en el país.
Sobre eso, Xi aseguró que el país protegerá a las organizaciones cuyas actividades "sean beneficiosas para el pueblo chino", pero también enfatizó que deben obedecer la ley de su país.
La consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, recibió el martes en la Casa Blanca a representantes de universidades, empresas y grupos de derechos humanos preocupados por el proyecto.
"El proyecto de ley haría más estrecho el espacio para la sociedad civil en China", dijo la Casa Blanca en un comunicado difundido horas después de que el líder chino aterrizara en Estados Unidos.

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