LONDRES.- El presidente chino, Xi Jinping,
comienza el próximo martes una visita de Estado al Reino Unido en la que los
derechos humanos quedarán a un lado para seguir avanzando en la nueva
época dorada de las relaciones económicas.
La visita de cuatro
días supone el encuentro entre un gigante asiático con mucho dinero, y
ambiciones globales no disimuladas, y un bastión financiero europeo
sediento de inversiones.
El príncipe Carlos, que mantiene
relaciones tirantes con los dirigentes chinos, no estará en el banquete
oficial ofrecido por la reina Isabel, y el líder de la oposición
laborista Jeremy Corbyn podría reprochar a Xi el trato a los disidentes.
Sin embargo, ambas cosas quedarán en anécdota ante el despliegue
preparado para el presidente chino, que será el huésped de la reina y
llegará al palacio de Buckingham en carroza, recorriendo una gran
avenida engalanada en su honor.
Además, será recibido
calurosamente por el primer ministro David Cameron y se dirigirá al
parlamento de Westminster en la primera visita de Estado en diez años de
un presidente chino.
Xi estará rodeado de una cohorte de
funcionarios y altos representantes de las finanzas y las empresas,
entre ellos, posiblemente, el fundador del gigante del comercio
electrónico chino Alibaba, Jack Ma.
Al final, el presidente
"anunciará una era dorada de las relaciones" entre los dos países,
aseguró el embajador chino en Londres, Liu Xiaoming, que cree que el
Reino Unido "está convirtiéndose en el líder de Europa y Occidente" en
lo que se refiere a las relaciones con Pekín.
Según el profesor
de economía Ivan Tselichtchev, especialista en Asia, ésto se debe a que
"el Reino Unido es el único país europeo que muestra una verdadera
voluntad política de atraer dinero chino a proyectos de
infraestructura".
"En términos más generales, valora su relación económica con China quizás más que cualquier otro país desarrollado", añadió.
Fondos
soberanos, empresas estatales y, cada vez más, consorcios privados
chinos compran empresas británicas, se asocian a ellas o directamente
crean sus empresas como cabeza de puente para hacer negocios en Europa.
Michael
Gestrin, economista de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que los chinos han invertido 70.000
millones de dólares en fusiones y adquisiciones de empresas en el Reino
Unido desde 2008.
"El Reino Unido es el principal destino de las inversiones chinas desde hace diez años", dejando aparte Hong Kong, dijo Gestrin.
Los
chinos podrían invertir hasta 105.000 millones de libras (141.000 millones de
euros, 162.000 millones de dólares), principalmente en los sectores de energía,
bienes raíces y transporte, dijo Danae Kyriakopoulou, del Centro de
Investigaciones de Ciencias Económicas y Empresariales (Centre for
Economics and Business Research) de Londres, coautora de un informe
sobre el tema.
"Después de la victoria conservadora en las
elecciones de mayo, la inversión en infraestructuras se ha presentado
como una de las principales prioridades políticas a la luz del déficit
del Reino Unido por culpa de la crónica falta de inversiones", estimó.
"Las
regiones del norte son particularmente atractivas" en este punto, y los
chinos ya tienen un pie ahí, por ejemplo en el proyecto de desarrollo
del aeropuerto de Manchester, que Xi visitará el viernes después de
pasar por el club de fútbol del Manchester City.
Pero es en el
campo de la energía nuclear donde podría firmarse un gran acuerdo la
semana que viene, para participar en la construcción de la central de
Hinkley Point C, en el sudoeste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario