jueves, 1 de octubre de 2015

La aerolínea rusa 'Transaero', al borde de la bancarrota

MOSCÚ.- La aerolínea rusa Transaero se encuentra al borde de la bancarrota al no cuajar su anunciada absorción por la estatal Aeroflot, que ahora sopesa dejar caer a su competidora para no cargar con su abultada deuda.

"Lo más seguro es que la compañía ya no se pueda salvar", dijo hoy Guerman Gref, consultor financiero para el saneamiento de Transaero y presidente del banco Sberbank, principal acreedor de la aerolínea.
El viceprimer ministro ruso, Ígor Shuválov, adelantó ayer que el Gobierno modificará seguramente su plan de acción en relación a la compañía, segunda aerolínea de Rusia por volumen de pasajeros, y no descartó su bancarrota.
Aunque el Ejecutivo confirmó a comienzos de septiembre los planes de absorción de Transaero por parte de Aeroflot -que planeaba hacerse con el 75 por ciento de los acciones de su competidora por la simbólica cantidad de un rublo-, el acuerdo no llegó a cristalizar.
Una fuente cercana a la negociación entre las dos compañías y el Gobierno explicó que Aeroflot, la aerolínea de bandera rusa, maneja dos opciones: dirigir la bancarrota o "echarse a un lado" con el compromiso de garantizar el transporte de los pasajeros que ya hayan comprado billetes de Transaero.
Con la segunda opción, Aeroflot espera cubrir sus gastos de transporte de los pasajeros de Transaero con la cuota de mercado que ganará al desaparecer su competidora más directa.
Aunque los acreedores de Transaero están en contra de la bancarrota, que incluirá necesariamente una importante quita de su deuda, Aeroflot considera que debieron haber previsto los riesgos al financiar una aerolínea con una estrategia de crecimientos demasiado agresiva.
Poco después de conocerse la mala situación económica de Transaero, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, achacó este hecho a las desmedidas ambiciones de la compañía, que compró demasiados aviones en los tiempos de bonanza económica del país.
La aerolínea anunció hace dos años la compra de cuatro Airbus A-380, el mayor avión de pasajeros del mundo, que iba a destinar a las rutas más populares entre los rusos, incluidas las que unen Moscú con Barcelona y con la República Dominicana.
Este verano, el consorcio aeronáutico europeo informó de que la entrega del primero de los cuatro aviones encargados por Transaero, prevista inicialmente para finales de este año, sería retrasada por los problemas financieros de la compañía rusa.
Incluso sin esos cuatro A-380, Transaero, que en 2013 fue líder en crecimiento del tráfico de pasajeros en el país, cuenta con una flota de más de un centenar de aviones.
La compañía registró en el primer semestre de este año unas pérdidas cifradas en 8.577 millones de rublos (131,9 millones de dólares al cambio de hoy).
Transaero fue la primera empresa privada en la aviación civil rusa que comenzó a operar en noviembre de 1991, coincidiendo con el fin de la Unión Soviética.

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