LIMA.- El mundo financiero abre este miércoles su reunión anual convocado por el FMI, con el reto de reactivar
la economía global, pero en condiciones desiguales: naciones
desarrolladas recuperándose, frente a emergentes, otrora estrellas del
crecimiento, hoy vulnerables a la crisis.
La directora gerente del
FMI, Christine Lagarde, llegó de la turística Machu Picchu a Lima, para
sumarse al presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim y a líderes
económicos de 188 países, en el cerrado y fuertemente custodiado Museo
de la Nación, pero por cuyas ventanas se cuelan pedazos de realidad: el
paisaje de algunos asentamientos humanos pobres en cerros aledaños, y
ciudadanos quejándose por el corte de tránsito, debido a la reunión.
Aunque
un escenario de recesión mundial es improbable por ahora para el FMI,
la propia Lagarde ha advertido que "hay razones para estar preocupados",
mientras que el economista jefe de FMI Maurice Obstfeld admitió que "el
Santo Grial de una expansión global robusta y sincronizada, queda fuera
del alcance".
¿Los más perjudicados? China, y en los países
emergentes, otrora estrellas del crecimiento y de resistencia a la
crisis financiera del 2009.
Después de décadas de crecimiento
vertiginoso, la segunda mayor economía el mundo hoy se desacelera,
derribando el precio de las materias primas, que antes consumía
vorazmente, y arrastrando en su caída a sus proveedores, las naciones
emergentes, muchas de las cuales no ahorraron en épocas de bonanza, y
ahora pagan las consecuencias.
Agobiado por la incertidumbre, el
crecimiento mundial este año debe ser el más bajo desde la recesión de
2009, según las previsiones del FMI. No obstante, y en medio de toda esa
vorágine, el Banco Mundial, detectó una caída histórica de la pobreza
extrema en el mundo, para alcanzar ahora al 10% de la población.
"La
estabilidad financiera se ha afianzado en las economías avanzadas (...)
La Reserva Federal de Estados Unidos se apresta a aumentar las tasas de
interés, ya que las condiciones para el despegue están prácticamente
dadas", dijo el FMI el miércoles en su informe sobre estabilidad
financiera mundial.
"Gracias en parte a la confianza que han inspirado las políticas del Banco Central Europeo (BCE) las condiciones de crédito están mejorando y la demanda de crédito
está repuntando. Los sectores empresariales están mostrando tímidos
indicios de mejora (...)", agregó.
Aunque, como contraparte, "los
riesgos continúan desplazándose hacia los mercados emergentes, al tiempo
que se intensifican los riesgos en torno a la liquidez del mercado".
El
FMI recuerda que muchas de las economías emergentes recurrieron al
crédito para evitar los impactos de la crisis mundial, quedando
expuestos a un endeudamiento en moneda extranjera, que hoy los complica
más, ante el alza del dólar frente a otras monedas.
Los embates
golpean a América Latina, que vuelve a ser sede de esta reunión después
de 50 años, y en donde de espera una contracción económica este año,
principalmente por el deterioro de Brasil (-3%).
Esta difícil
situación y las formas de combatirla deben ser los temas principales de
los ministros de Finanzas de los principales países industrializados y
emergentes del G-20, que se reúnen el jueves, antes de su comunicado
final del viernes.
Al
Museo de la Nación pretende llegar el 9 de octubre una marcha de
trabajadores que rechaza el modelo económico y la desigualdad, en una
América Latina donde, según un reciente informe de la ONG Oxfam, el 1%
de los más ricos tiene el 41% de la riqueza total.
Una desigualdad
que es palpable hasta en la hora de transportarse en Lima: un taxi
oficial desde la puerta de la cumbre, para desplazarse en un trayecto de
6 kilómetros, cuesta casi 30 dólares. Pero, si se caminan dos cuadras,
otro taxi cobra 4 dólares. ¿Comer? Dentro de la cumbre, 15 dólares. Una
cuadra afuera, 3,75 dólares.
La desigualdad y el tema de los
jóvenes emprendedores será precisamente otro tema de la reunión, donde
la estrella Sean Penn participará como orador.
En tanto, a dos
meses de la cita sobre cambio climático de la ONU en París, la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
aprovecha la cita para publicar un informe sobre los avances para la
creación de un fondo de 100.000 millones de dólares para combatir los
impactos del calentamiento global.
Otro tema de conversación será
el nuevo plan de la OCDE para acabar con la evasión de impuestos en todo
el mundo. Los ministros de Finanzas del G-20 deben dar luz verde al plan
en Lima y dárselo a sus jefes para su aprobación final, que se espera
en noviembre en una cumbre del G-20 en Turquía.
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