martes, 13 de octubre de 2015

La Unión Europea lleva camino de tener que recibir un millón de refugiados

BRUSELAS.- Unos 710.000 inmigrantes entraron en la Unión Europea (UE) en los primeros nueve meses del año, mientras 3.103 murieron en el mar durante la travesía, el 90% de ellos en la ruta desde Libia.

Estos datos, divulgados hoy por Frontex, agencia europea de fronteras, fotografían la dimensión de la emergencia que el jueves volverá a la mesa de los jefes de Estado y de gobierno de la UE, quienes mantendrán en Bruselas una reunión que deberá preparar, como escribió el jefe del Consejo europeo, Donald Tusk, a "millones de potenciales refugiados".
Tras la cumbre de septiembre, que giró hacia una política europea que conjugue identificaciones, reubicaciones y repatriaciones en contemporánea, en las conclusiones de la nueva reunión habrá indicaciones "muy operativas y detalladas".
La discusión más política estará reservada, sin embargo, a la cena a puerta cerrada sobre Turquía y Siria. Para el conflicto que origina parte de la mayor oleada de refugiados, los cancilleres de la UE ya ayer habían dado mandato a Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, a lanzar una ofensiva diplomática que se sume a la acción del enviado de la ONU, Staffan de Mistura, posiblemente implicando a "todos los actores relevantes" para negociar la transición de Bashar al Assad.
Y, por tanto, Irán, Rusia, Arabia Saudita, países del Golfo, la misma Turquía pero también partes del régimen sirio.
El nudo central es la relación con Ankara: en el borrador de conclusiones que circulaba hoy se promete que la puesta en marcha del plan de acción para los inmigrantes podría acelerar la liberalización de visas para los turcos, que es uno de los pedidos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Pero fuentes diplomáticas revelaron que entre los 28 miembros de la UE hay aún muchas resistencias, sobre al menos otros dos puntos delicados. Las diplomacias europeas son reacias a la idea de crear zonas desmilitarizadas en Siria para los refugiados sobre lo que Erdogan insiste mucho.
Mogherini indicó ayer que la entrada en escena de Rusia debería empujar a Turquía a pensar mejor en esa idea.
Alemania está entre los países contrarios a incluir Turquía en la lista de "países seguros", es decir aquellos hacia los cuales los solicitantes de asilo pueden ser mandadas de vuelta a casa más fácilmente.
En la lista están todos los países de los Balcanes occidentales candidatos a entrar en la UE, por lo que dejar fuera a Ankara sería un revés difícil de digerir para Ankara.
Pero en la carta de invitación a la cumbre, Tusk subrayó que "concesiones" a Turquía "están justificadas cuando se habrá alcanzado efectivamente el objetivo de reducir el flujo de refugiados".
En la cumbre se decidirá acelerar las repatriaciones, con el mandato de crear antes de que acabe el año, una oficina dedicada en el ámbito de Frontex. Además de propondrá impulsar un programa "personalizado" de acuerdos con los países de origen, con incentivos para aceptar los regresos.
Y por último, existe la idea de brindar "salvoconductos" europeos como documentos de viaje para quien es mandado de vuelta a casa, que deberían ser aceptados por países terceros.
Para frenar el flujo de llegadas se está pensando en crear "centros seguros" de acogida que den también trabajo y enseñanza, para tener a los refugiados lejos de Europa.

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