LISBOA.- El Partido
Socialista portugués (PS) envió ya una propuesta por escrito a la
coalición de centro-derecha que ganó las elecciones lusas en la que
detalla sus exigencias para negociar un acuerdo que permita a los
conservadores gobernar.
Así lo asegura el periódico "Público", que divulga tanto las
medidas que reclaman los socialistas, la mayoría de carácter económico,
como una carta dirigida al líder de la coalición, el primer ministro en
funciones Pedro Passos Coelho, en la que se critica su actitud
"displicente" durante las reuniones bilaterales mantenidas hasta el
momento.
Las conversaciones entre ambas formaciones están suspendidas desde el
miércoles, cuando Passos Coelho acusó a los socialistas de querer hacer
"chantaje político" para acabar imponiendo sus condiciones para llegar a
un pacto.
Entre las contrapartidas que quiere el PS a cambio de un acuerdo
destaca acelerar la supresión de los recortes a los funcionarios, la
creación de un complemento salarial anual para los "trabajadores
pobres", una reducción del IVA en la restauración y apoyos a la
rehabilitación urbana y a programas de empleo joven.
También propone "agravar la Seguridad Social" a las empresas con
demasiados contratos precarios, así como alterar los escalones del
impuesto sobre la renta que pagan los trabajadores y poner fin "a la
privatización o concesión de los transportes públicos urbanos".
El candidato socialista, António Costa, reveló en una entrevista
divulgada hoy por la televisión lusa TVI que uno de los motivos que
explican la suspensión de las negociaciones fue que la coalición
conservadora no les proporcionó toda la información sobre la verdadera
situación económica y financiera del país, como habían solicitado.
En la misiva desvelada por el diario "Público", los socialistas
censuran a los conservadores por no asumir correcciones a su política
económica, aplicar medidas que reducen el rendimiento de las familias
portuguesas, continuar con sus planes de "debilitamiento" del Estado
social y por no estar abiertos a proponer a la UE "condiciones más
favorables" para Portugal.
Las elecciones legislativas del pasado 4 de octubre dieron la
victoria a Passos Coelho con casi el 39 % de los votos,y un porcentaje
insuficiente para reeditar su mayoría absoluta, mientras que los
socialistas quedaron segundos con más del 32 % de los sufragios.
Pese a su derrota, el PS tiene en su mano la llave para formar
Gobierno, y debe escoger entre una alianza inédita y tripartita con la
extrema izquierda -que ya está también siendo negociada y contaría con
mayoría absoluta en el Parlamento- o dar su apoyo a los conservadores
para permitirles acceder al Ejecutivo.
Sea cual sea el resultado de las conversaciones, la decisión
dependerá del jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, al que la
legislación de Portugal otorga esta responsabilidad sin imponerle ningún
tipo de límite de plazo.
Crítica conservadora
La coalición de centro-derecha que ganó las pasadas elecciones legislativas en Portugal se mostró hoy crítica con la última proposición realizada por los socialistas por no estar "estructurada" y por considerar que toma como base su propio programa electoral.
La primera reacción al plan enviado por los socialistas -y cuyo contenido fue filtrado a la prensa- corrió a cargo de uno de los portavoces de la coalición conservadora, Marco António Costa, quien anunció que, pese a no tratarse de una "contrapropuesta" bien definida como esperaban, tendrá igualmente respuesta.
"Los socialistas quieren forzar que su programa electoral sea la base de las negociaciones, pero el programa que venció las elecciones no fue el suyo", recalcó en rueda de prensa el político, quien recordó que la coalición -en el poder desde 2011- obtuvo casi el 39 % de los apoyos, seis puntos más que su principal rival.
Sin embargo, los socialistas podrían incluso llegar al Ejecutivo si alcanzan un acuerdo con la extrema izquierda -contarían con mayoría absoluta-, un pacto inédito en Portugal, donde desde la llegada de la democracia siempre gobernó el candidato más votado.
De hecho, el Partido Socialista (PS) continúa estos días sus conversaciones con la izquierda, mientras que la negociación con los conservadores se encuentra suspendida.
Marco António Costa incidió en que el documento recibido tampoco presenta "ninguna metodología ni concreta las bases en las que se asentaría una negociación estructurada que permitiese a la coalición y a los socialistas sentarse a la mesa con grupos de trabajo" divididos por áreas temáticas.
El portavoz de los conservadores censuró especialmente las acusaciones vertidas por los socialistas sobre la posibilidad de que exista una "sorpresa desagradable" sobre la situación económica y financiera del país que todavía no sea conocida.
"Lo más grave para nosotros es el uso de insinuaciones para intentar justificar la actitud no constructiva del PS para la construcción de un diálogo franco y positivo", censuró Costa, quien consideró estas especulaciones como un reflejo del "ambiente poco propicio" a la llegada de un entendimiento.
"Este uso de insinuaciones (...) deja ver una cierta desesperación política que puede justificar la radicalización" de los socialistas, insistió.
También subrayó que los conservadores están "abiertos y empeñados desde el primer momento" con estas negociaciones con los socialistas, aunque rechazan participar en más "simulacros".
Crítica conservadora
La coalición de centro-derecha que ganó las pasadas elecciones legislativas en Portugal se mostró hoy crítica con la última proposición realizada por los socialistas por no estar "estructurada" y por considerar que toma como base su propio programa electoral.
La primera reacción al plan enviado por los socialistas -y cuyo contenido fue filtrado a la prensa- corrió a cargo de uno de los portavoces de la coalición conservadora, Marco António Costa, quien anunció que, pese a no tratarse de una "contrapropuesta" bien definida como esperaban, tendrá igualmente respuesta.
"Los socialistas quieren forzar que su programa electoral sea la base de las negociaciones, pero el programa que venció las elecciones no fue el suyo", recalcó en rueda de prensa el político, quien recordó que la coalición -en el poder desde 2011- obtuvo casi el 39 % de los apoyos, seis puntos más que su principal rival.
Sin embargo, los socialistas podrían incluso llegar al Ejecutivo si alcanzan un acuerdo con la extrema izquierda -contarían con mayoría absoluta-, un pacto inédito en Portugal, donde desde la llegada de la democracia siempre gobernó el candidato más votado.
De hecho, el Partido Socialista (PS) continúa estos días sus conversaciones con la izquierda, mientras que la negociación con los conservadores se encuentra suspendida.
Marco António Costa incidió en que el documento recibido tampoco presenta "ninguna metodología ni concreta las bases en las que se asentaría una negociación estructurada que permitiese a la coalición y a los socialistas sentarse a la mesa con grupos de trabajo" divididos por áreas temáticas.
El portavoz de los conservadores censuró especialmente las acusaciones vertidas por los socialistas sobre la posibilidad de que exista una "sorpresa desagradable" sobre la situación económica y financiera del país que todavía no sea conocida.
"Lo más grave para nosotros es el uso de insinuaciones para intentar justificar la actitud no constructiva del PS para la construcción de un diálogo franco y positivo", censuró Costa, quien consideró estas especulaciones como un reflejo del "ambiente poco propicio" a la llegada de un entendimiento.
"Este uso de insinuaciones (...) deja ver una cierta desesperación política que puede justificar la radicalización" de los socialistas, insistió.
También subrayó que los conservadores están "abiertos y empeñados desde el primer momento" con estas negociaciones con los socialistas, aunque rechazan participar en más "simulacros".
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