LIMA.- Una normalización satisfactoria
o fallida de las condiciones financieras y monetarias, incluyendo el
comienzo del alza de los tipos de interés en EEUU, puede llegar a
suponer hasta tres puntos porcentuales de diferencia en el crecimiento
de la economía mundial durante los próximos años, según ha destacado el
Fondo Monetario Internacional (FMI) en su 'Informe sobre la estabilidad
financiera mundial'.
"Lo que queremos alcanzar es una normalización satisfactoria de
las condiciones financieras y las políticas monetarias al mismo tiempo
que una recuperación económica sostenida", ha indicado en rueda de
prensa el consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y
Mercados de Capitales del FMI, José Viñals.
Sin embargo, el directivo español del Fondo ha advertido de que
los errores en las medidas o sacudidas adversas "podrían resultar en
unas prolongadas turbulencias en el mercado global, lo que podría
estancar la recuperación en una normalización fallida".
"La diferencia entre estos dos escenarios es bastante marcada,
alcanzando prácticamente tres puntos porcentuales del PIB global en
2017", añadió Viñals.
La normalización satisfactoria de las condiciones financieras y
monetarias aportaría beneficios macrofinancieros y mitigaría
considerablemente los riesgos a la baja, señala la institución en su
informe, donde analiza las perspectivas de normalización en tres
escenarios: un escenario base, uno optimista, que contempla una
normalización satisfactoria, y otro pesimista, caracterizado por
trastornos en los mercados.
Según las simulaciones realizadas por el FMI, en el peor de los
escenarios previstos, el PIB mundial agregado resultaría un 2,4%
inferior para 2017, mientras que en un escenario optimista la economía
global crecería un 0,4% más para 2018.
En concreto, en el escenario pesimista, el crecimiento de la zona
euro y Japón sería más de un puntos y medio porcentual menos que en el
escenario base, mientras que en el modelo más optimista sus economías
recibirían un impulso en torno a 1% con respecto al escenario base.
Contra el telón de fondo de una recuperación cíclica
ininterrumpida, el panorama financiero mundial se ve empañado por una
"triada de retos generales" que se han puesto en evidencia en los
últimos meses, incluyendo las vulnerabilidades de los mercados
emergentes, el legado de la crisis para las economías avanzadas y la
escasa liquidez de mercado.
De este modo, el FMI considera que la normalización satisfactoria
de las condiciones financieras y monetarias, así como una transición
fluida hacia niveles de crecimiento más altos, requerirán nuevas medidas
para superar estas dificultades.
En este sentido, la institución reclama a la Reserva Federal de
EEUU un esfuerzo continuo por mantener una comunicación clara y
congruente que permita absorber el aumento de las tasas de interés sin
sobresaltos, "algo esencial para la salud financiera mundial".
Asimismo, la institución aboga por un el reequilibramiento y
desapalancamiento gradual en China, así como por un mayor control por
parte de las autoridades de países emergentes de las exposiciones de las
empresas en moneda extranjera.
Por otro lado, el FMI pide a la zona del euro nuevos avances en el
fortalecimiento de la arquitectura financiera de la moneda común para
apuntalar la confianza de los mercados y las empresas, así como medidas
que permitan hacer frente al sobreendeudamiento privado y a los
préstamos bancarios en mora, lo que promovería la actividad financiera
de los bancos y la salud de las empresas, estimulando la inversión.
En concreto, el FMI calcula que dar respuesta al problema de los
crédito morosos de la banca europea contribuiría a liberar unos 600.000
millones de euros en nueva capacidad de préstamo.
"Si las autoridades manejan mal esta triada de desafíos, la
prevista descompresión de las primas de riesgo podría volverse en un
abrupto escenario bajista", advierte la institución internacional.
El análisis de la institución reitera por otro lado las
divergencias entre las economías avanzadas, donde la estabilidad
financiera ha mejorado y se mantienen "intactos" los cimientos para una
recuperación modesta en 2015 y 2016, y los países emergentes,
"particularmente expuestos" al descenso en los precios de las materias
primas y el endurecimiento de las condiciones financieras a nivel
global.
El FMI advierte de que a medio plazo las perspectivas de las
economías desarrolladas siguen viéndose lastradas por la desfavorable
demografía, el débil crecimiento de la productividad, un elevado
desempleo y problemas heredados de la reciente crisis, como el
endeudamiento y la baja inversión.
En el caso de las economías emergentes, Viñals ha advertido de que
las empresas y entidades bancarias de estos países acumulan un
sobreendeudamiento de 3 billones de dólares (2,7 billones de euros).
"El mayor endeudamiento del sector privado y la mayor exposición a
las condiciones financieras globales han hecho a las empresas más
susceptibles ante las crisis económicas y a los mercados emergentes a
las fugas de capitales y el deterioro de la calidad del crédito",
añadió.
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