Los nudos en economía dominan el plenario del PCC

PEKÍN.- Los 376 miembros del comité central del Partido Comunista chino se reunieron hoy en la Asamblea del Pueblo de Pekín para decidir las funciones políticas más importantes dentro de los lineamientos del nuevo plan quinquenal.

    El plan tiene aún en este país la función de indicar las principales directrices sobre las cuales se dirigirá la intervención estatal en los próximos cinco años, de 2016 a 2020.
    El "quinto plenum" del PCC está llamado a señalar la tasa de desarrollo ideal para los próximos cinco años que, según previsiones de la prensa local, será entre el 6,5 y el 7% anual, una desaceleración neta respecto de las tasas del 10-11% de los años dorados, de 2002 a 2012. En los primeros tres trimestres del 2015 el crecimiento del Producto Interno Bruto fue del 6,9%, levemente por debajo del 7% previsto por el gobierno.
    La desaceleración de la economía indica la dificultad del paso de una economía basada en las exportaciones y las inversiones públicas a otra centrada en el consumo interno y a un mayor rol del sector privado, anunciado regularmente al menos desde hace 13 años por los dirigentes chinos pero hasta ahora sin traducirse en la práctica.
    Muchos economistas esperan del plenario una indicación sobre la voluntad de Pekín de lanzar nuevas medidas de estímulo a la economía.
    Se espera que el nuevo plan otorgue protagonismo al sector terciario y uno de los puntos claves será un acento fuerte en la innovación en la industria y la tecnología, según anticipó la prensa. También se esperan decisiones importantes en la estructura dirigente del Partido, diezmada por la campaña contra la corrupción lanzada hace tres años por el secretario del PCC y presidente de la república, Xi Jinping. La atención se centra en el destino de Wang Qishan, el popular ex alcalde de Pekín que desde 2013 guía la Comisión Central para las inspecciones de la disciplina, o sea el organismo que dirige la batalla contra la corrupción. Wang, de 67 años, debería jubilarse pero los analistas no creen que Xi Jinping pueda privarse en este momento de un colaborador de su nivel.