WASHINGTON.- La salida de capitales de los
países emergentes se acelera y en 2015 superará el flujo de ingresos por
primera vez desde 1988, según un estudio del Instituto Internacional de
Finanzas (IIF) publicado este jueves.
La tendencia, acentuada por
las actuales preocupaciones por la economía mundial, podría agravarse
en países como Brasil y Turquía en caso de que la Reserva Federal de
Estados Unidos (Fed) aumente sus tasas de interés, precisa el informe.
La
salida de capitales en los treinta países estudiados se elevará a 1,089
billones de dólares y la entrada a 548.000 millones, por lo cual el
saldo negativo será de 541.000 millones, según el IIF, una asociación de
entidades financieras globales (bancos, fondos privados, bancos
centrales, aseguradores y fondos soberanos).
El nivel de ingresos
de capitales será el más bajo desde 2008, en claro contraste con lo que
ocurrió después del estallido ese año de la crisis financiera mundial,
cuando los emergentes atraían inversores del mundo industrializado,
indicó en un comunicado Charles Collyns, economista jefe de la entidad.
Ello
ocurre "por razones más internas que externas", dado que las
preocupaciones actuales están precisamente vinculadas a la situación de
las economías emergentes, agrega.
El IIF descarta una
"recuperación rápida" del flujo de capitales hacia los emergentes, en
tanto que la fuga de capitales proseguirá en 2016, aunque "a un ritmo
más moderado".
Hung Tran, uno de los directores del IIF, señaló la vulnerabilidad de los emergentes a una subida de tipos de interés de la Fed.
"Los
países con alto nivel de endeudamiento empresarial, sobre todo en
dólares, tendrán dificultades, con riesgos crecientes de quiebras
corporativas y un debilitamiento de las inversiones y del crecimiento",
afirmó.
"Los países más riesgosos son los que combinan importantes
déficits de cuenta corriente, un fuerte endeudamiento empresarial en
divisas extranjeras e incertidumbres políticas agudas. Turquía y Brasil
están en esa situación", especifica el informe.
El
Instituto estima que "el superciclo de crecimiento de los países
emergentes", que se abrió hace unos veinte años, parece haber tocado a
su fin.
Entre los factores estructurales que explican esa
inflexión menciona el peso cada vez mayor de los servicios en las
economías de los países industrializados, que no se prestan a los
intercambios comerciales que sustentaron el dinamismo de los emergentes.
Menciona también el envejecimiento de la población en muchos
emergentes.
Pese al largo ciclo de crecimiento de los emergentes,
la diferenciación entre países industrializados y emergentes sigue
siendo pertinente y puede seguir definiéndose con criterios de
crecimiento, inflación o parte de las materias primas en las
exportaciones, así como por criterios políticos y financieros
(desarrollo del sistema financiero, estabilidad institucional,
corrupción).
Pero el ciclo instaló en cambio una "heterogeneidad" creciente entre los emergentes, analiza el IIF.
Los países de Europa del Este se han convertido sin embargo en una "categoría en sí misma", precisa.
Los
problemas económicos de los países emergentes -ralentización en China,
recesión en Brasil y Rusia- son considerados como una de las mayores
amenazas actuales para la coyuntura mundial.
La directora gerente
del FMI, Christine Lagarde, afirmó el miércoles que existen "motivos
para estar preocupados" por la economía mundial, ante las incertidumbres
provocadas por "la perspectiva de un incremento de las tasas de interés
en Estados Unidos y la desaceleración de China".
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