lunes, 5 de octubre de 2015

El callejón sin salida de la Fed / Primo González *

La mejoría de la calificación de la deuda española anunciada el pasado viernes por la agencia Standard & Poor’s junto a los mediocres datos de empleo de Estados Unidos conocidos el viernes, un nuevo argumento en favor de la no subida de tipos de interés, han catapultado al alza a la Bolsa española en este inicio de semana. Las Bolsas de buena parte del mundo, empezando por las europeas, también han vivido una sesión de alzas debido a las perspectivas poco claras de alzas de tipos. El FMI se dispone a revisar a la baja las previsiones económicas de algunas economías importantes y de la economía global, lo que va a seguir dificultando previsiblemente la toma de decisiones por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.

La subida de tipos de la Fed sigue, por lo tanto, acumulando contratiempos ya que añadir un elemento de dificultad adicional al desenvolvimiento de la actividad económica global no es en estos momentos lo que le pedirían a las autoridades monetarias estadounidenses la mayor parte de los agentes económicos.

Pero la política monetaria expansiva, con tipos de interés cerca de cero, no puede durar siempre. Es una situación que debería responder a circunstancias excepcionales y tener una vida más bien limitada. Una variación en los tipos de interés en estos momentos puede provocar efectos negativos de muy diversa consideración, entre ellos la revalorización del dólar y lo que ello puede acarrear como daño inducido para la propia economía estadounidense, cuyas exportaciones se verían afectadas de forma negativa. La mayor parte de las grandes economías emergentes, ya muy tocadas en sus expectativas de crecimiento económico, afrontarían también daños considerables ya que su deuda externa, ampliamente dependiente del dólar, se encarecería y llevaría a algunas economías (Brasil, sobre todo) a un difícil estado de situación. Todos aquellos agentes económicos que dependen del dólar para sus costes, tanto financieros como de explotación, se podrían ver seriamente perjudicados.

Los estímulos monetarios de la envergadura de los adoptados en los últimos años, tanto en Estados Unidos como en la Eurozona, y ahora en Japón y también en China, pueden empezar a generar, sin embargo, efectos contraproducentes. Es una sobredosis de estímulos que terminará por resultar estéril a base de tanto insistir en el remedio y en la terapia. En teoría, el final de estos estímulos en Estados Unidos, el primer país que puso en marcha este procedimiento excepcional, tendría que estar a la vuelta de la esquina y así lo vienen considerando los propios responsables de la Fed, a pesar de los diversos aplazamientos que han ido adoptando y que en estos momentos apuntan hacia finales de año como fecha más apropiada para poner fin a la fase de alegría monetaria.

En suma, un auténtico callejón sin salida que, de momento, mientras no se materializa esta subida de tipos de interés, está propiciando un estado de euforia quizás poco fiable en los mercados, dando a las Bolsas una apariencia de optimismo que no se corresponde con la realidad. Estas fases de euforia bursátil pasajera han elevado de forma considerable el riesgo de los inversores, que se mueven menos por datos reales de la economía y más por expectativas de lo que pueda suceder a corto plazo. Una volatilidad, en suma, que es territorio abonado para los especuladores.


(*) Periodista y economista español

No hay comentarios:

Publicar un comentario