miércoles, 28 de octubre de 2015

La Eurocámara rechaza la propuesta para restringir la importación de transgénicos

ESTRASBURGO.- El pleno del Parlamento Europeo rechazó este miércoles una propuesta que ofrecía mayor libertad a los países de la UE para prohibir o restringir la importación de alimentos y piensos transgénicos, un proyecto rechazado tanto por los pro como los anti-OGM.

La propuesta, presentada por la Comisión Europea, tenía por objeto dar libertad a los Estados miembros para prohibir o restringir en su territorio el uso de alimentos y piensos transgénicos, que el bloque importa en su gran mayoría.
La Comisión calcó el proyecto de la nueva legislación adoptada en abril, que permite a los miembros de la UE prohibir o restringir en su territorio el cultivo de transgénicos aprobados dentro del bloque. Las reglas vigentes en la UE estipulan que la autorización para importar, así como para cultivar transgénicos, debe obtener el aval de la mayoría calificada de los Estados, lo que hasta ahora fue imposible obtener.
La Comisión está entonces obligada a imponer estas autorizaciones una vez aprobadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Para liberarse de esta obligación, políticamente sensible, la Comisión propuso libertad a los Estados miembros para prohibir o restringir.
Al igual que en abril, el proyecto de la Comisión rechazado por los eurodiputados provocó un rechazo general.
La industria de los organismos genéticamente modificados (OGM) y la agrícola ven en él un obstáculo al comercio, así como los países productores de alimentos y piensos (Estados Unidos, Brasil o Argentina), mientras que los defensores del medio ambiente acusan a Bruselas de exonerarse de sus responsabilidades.
Sin sorpresas, el conjunto de las bancadas del pleno se pronunció contra la propuesta por considerarla "irrealizable" y por temor a que se "reintroduzcan controles en las fronteras entre los países pro y anti-OGM".
"El voto de hoy envía un mensaje claro a la Comisión. Esta propuesta podría anular los logros del mercado único y la unión aduanera" sobre la que reposa la libre circulación de bienes y capitales en el bloque, estimó el eurodiputado Giovanni La Via (PPE, conservadores), relator de la recomendación de rechazar el texto.
En el voto ante el pleno en Estrasburgo, 577 diputados se pronunciaron a favor de rechazar la propuesta, 75 en contra y 38 se abstuvieron.
La federación europea de cerealeros y operadores del sector, Coceral, se declaró "aliviada" por el rechazo de la Eurocámara a "esta propuesta que distorsiona el comercio", en un comunicado conjunto con la agrupación de agricultores europeos Copa-Cogeca y otras organizaciones del rubro. Según ese comunicado, la propuesta amenaza a la cadena agroalimentaria, "principal empleador de Europa con 30 millones de empleos en 2014, que representa el 3,5% del PIB" de la UE, un mercado de 500 millones de habitantes.
Greenpeace también celebró el voto, explicando que "el plan de la Comisión habría fracasado en proveer una protección adicional a los ciudadanos europeos y el medio ambiente, por el riesgo que plantean los cultivos transgénicos".
El comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, advirtió, sin embargo, que no retirará el texto y que será discutido con los 28 ministros del rubro.
El cultivo, la comercialización o el uso de transgénicos es fuente de controversia en la UE. A principios de octubre 19 países de la UE decidieron, en virtud de la nueva legislación adoptada en abril, prohibir en sus territorios el cultivo de transgénicos. El único transgénico autorizado hasta ahora en la UE es el maíz MON 810, cultivado en España, Portugal y, en menor medida, en la República Checa, pero hay ocho pedidos de autorización.
La UE es el primer importador mundial de productos agrícolas. En 2013 el bloque importó 18,5 millones de toneladas de tortas de soja y 13,5 millones de toneladas de granos de soja, esto es más de 60% de sus necesidades en plantas proteaginosas.
En respuesta a esta propuesta legislativa, el gobierno argentino solicitó que se discuta el tema como "preocupación comercial específica", es decir como una posible traba técnica al comercio, en una reunión del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC este mes, indicaron fuentes con conocimiento del caso.
Estados Unidos y Canadá podrían hacer lo mismo, según las mismas fuentes, en una reunión de principios de noviembre del comité OTC (obstáculos técnicos al comercio) de la OMC.
Washington estima que el texto introduce trabas al comercio, en un momento en que la UE y Estados Unidos intentan avanzar en la negociación de un acuerdo de libre comercio.

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