jueves, 8 de octubre de 2015

El BCE recibió advertencias sobre perspectivas económicas inciertas por China

FRANCFORT.- Los encargados de política del Banco Central Europeo fueron advertidos en septiembre de los riesgos para la economía de la zona euro procedentes de la desaceleración en los mercados emergentes, liderada por China, considerada hasta hace poco el principal motor económico mundial.

Estos temores fueron expresados en la reunión de política celebrada por el BCE los días 2 y 3 de septiembre, cuyas actas fueron publicadas el jueves, días después de que el Fondo Monetario Internacional recortara sus previsiones de crecimiento global, apuntando parcialmente a China.
El economista jefe del BCE, Peter Praet, afirmó en el encuentro celebrado en Fráncfort que "los desafíos que afrontan las economías de mercado emergentes están empañando el panorama global y es poco probable que la situación se disipe a corto plazo", indicaron las actas.
"Aunque sigue siendo prematuro concluir que esos acontecimientos pudieran tener un impacto duradero en la producción de la zona euro y (...) en la inflación, se han intensificado los riesgos a la baja", agregó.
Esto podría indicar que el BCE no se precipitará en la ampliación del programa de estímulo de impresión de dinero.
En declaraciones realizadas en una conferencia el jueves, Praet habló con un tono similar, advirtiendo que "el ambiente económico se caracteriza por un pesimismo que se va filtrando acerca de las perspectivas de crecimiento a largo plazo".
Los problemas que enfrentan las economías emergentes nublan el panorama global y es poco probable que la situación cambie en el futuro cercano, sentenció hoy Praet, quien considera que aunque es temprano para determinar los efectos del agotamiento de los mercados en desarrollo sobre la zona euro, este factor ralentizará la recuperación económica de esos países.
Praet reconoció que el fortalecimiento financiero de los gobiernos en cuestión continuará a menor ritmo que el anticipado debido a la inseguridad del contexto actual, caracterizado por débiles perspectivas de expansión económica a largo plazo.
Para la Eurozona se espera un crecimiento de 1,4 por ciento en este año, con vistas a repuntar hasta 1,8 en 2017, según las proyecciones macroeconómicas del BCE.
El consejo de gobierno de esta entidad se declaró dispuesto y capacitado para actuar, de ser necesario y aplicar todos los instrumentos en materia de política monetaria dentro de su mandato.
Esta posición incluye la flexibilización del programa de compras de deuda pública y privada ajustando su tamaño, composición y duración, agregó dicha fuente.
La directiva del organismo acordó un programa de compra de deuda pública y privada valorado en 60.000 millones de euros mensuales hasta septiembre de 2016.Solo se extenderán de la fecha señalada los casos que se estimen necesarios y hasta que la tasa de inflación de la zona del euro se acerque al dos por ciento, agrega el ente emisor.La institución revisó a la baja sus previsiones de inflación hasta el 0,1 por ciento para 2015, 1,1 en 2016 y 1,7 el año posterior debido a la baja tendencia en el valor del petróleo y la inestabilidad en las monedas globales.
El Banco de Inglaterra, que publicó también el jueves las minutas de su última reunión para fijar sus tipos de interés, sonó más optimista.
Aunque los responsables de política reconocieron que los problemas en los mercados emergentes podrían empeorar, dijeron que China parece estar en un curso de estabilidad prolongada.

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