BRUSELAS.- Bruselas ha pedido a
los países del euro que aprovechen la relativa calma económica a la que
ha dado paso el fin de la crisis para reforzarse y avanzar en su
integración, para lo que hoy presentó un paquete de medidas de tibio
alcance.
"Europa tiene que usar su tiempo sabiamente para emprender reformas
en su estructura" económica y monetaria, afirmó el vicepresidente de la
Comisión Europea (CE) para el Euro y el Diálogo Social, Valdis
Dombrovskis, en la presentación de las medidas.
La Comisión ha puesto sobre la mesa un paquete con varias acciones,
entre las que figura la creación de un consejo fiscal de carácter
consultivo y dos propuestas que tendrán que analizar ahora los países:
la creación de consejos de competitividad nacionales y unificar la voz
de la eurozona en el FMI.
Dombrovskis recordó que, al calor de la crisis, se han puesto en
marcha procedimientos de disciplina fiscal presupuestaria, una
coordinación de las políticas macroeconómicas y un cortafuegos
"efectivo", que además se han visto respaldados por las políticas
monetarias puestas en marcha por el BCE.
Además, se han sentado los cimientos de la Unión Bancaria de la
eurozona "para estabilizar el sector y asegurar que los contribuyentes
no están en primera línea" a la hora de asumir los agujeros que dejan
las liquidaciones bancarias, recordó.
Pero es precisamente este proyecto que está sufriendo retrasos, ahora
que la eurozona se aleja de la crisis financiera que la mantuvo en vilo
y la presión de los mercados ha dejado espacio a las tensiones y
recelos nacionales que vuelven a florecer.
Por ello, Dombrovskis dio un toque de atención a los países, al
urgirles a cerrar un acuerdo sobre la "financiación puente" que permita
poner en marcha el fondo de resolución único de la eurozona ya a partir
del 1 de enero, tal y como está previsto.
Sin embargo, la mayor dificultad está aún por venir, de la mano de la
propuesta que presentará la Comisión a finales de año para construir el
tercer y último pilar de la Unión Bancaria de la zona del euro: un
sistema único de garantía de depósitos bancarios.
Alemania ya ha mostrado su rechazo a asumir más riesgos si el resto
de los socios no crean sus propios fondos de garantía de depósito y se
aseguran de que los bancos "limpian" sus balances, ante lo que
Dombrovskis mandó hoy un mensaje conciliador.
"No estamos preparando una propuesta donde los países que tienen
sistemas de fondos de garantías de depósitos van a pagar por aquellos
que no las tienen", afirmó Dombrovskis en declaraciones a un grupo de
periodistas.
Antes de abrir este frente, las propuestas presentadas hoy proponen
una serie da cambios, pero desde un enfoque cauto y sin introducir
grandes conflictos, y dejan para una segunda fase más allá de 2017
cualquier medida de calado que requiera un cambio en los tratados
comunitarios.
Una de ellas plantea que los países de la eurozona estén
representados en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un solo grupo
o en varios, pero agrupados para hablar con una sola voz y representar
los intereses comunes del euro.
Además, la Comisión anunció que creará un consejo fiscal europeo de
carácter consultivo, que se encargará de coordinar los consejos
nacionales fiscales creados en los últimos años y aconsejar al propio
Ejecutivo europeo, que asegura que éste será "independiente".
En el capítulo de gobernanza económica, la propuesta de hoy "no trata
de reinventar la rueda, son mejoras a lo que ya se ha propuesto en los
últimos años", según Dombrovskis, quien reconoció que se trata de
cuestiones técnicas para mejorar procesos como el semestre europeo.
También plantean a los países crear consejos de competitividad
nacionales que controlen cómo ésta evoluciona, para evitar grandes
desfases entre los socios del euro que, recalcó Dombrovskis, al carecer
de moneda nacional no pueden sino recurrir a "dolorosas" devaluaciones
internas en casos extremos como la crisis.
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