BARCELONA.- El alquiler de
oficinas en la ciudad de Barcelona se ha disparado en lo que va de año y
prevé situarse a finales de 2015 en unos niveles comparables a los de
los del período 2005-2007, años del 'boom' inmobiliario.
Así lo ha asegurado el director general de la consultora JLL en
Cataluña, Luis Guardia, quien ha precisado que la contratación de
oficinas acumulada hasta el tercer trimestre del año era de 315.000
metros cuadrados, lo que supone un 12 % más que en todo 2014, cuando
sumó 281.000 metros cuadrados.
De hecho, Guardia prevé que a finales de 2015 se acabarán "superando"
los 400.000 metros cuadrados, una cifra "similar" a la alcanzada en el
período que va entre 2005 y 2007.
En 2005 la contratación en Barcelona alcanzó los 413.000 metros
cuadrados, la cifra más alta de los últimos diez años, por 389.000 m2 de
2006 y 408.000 m2 de 2007.
Así pues, a falta de saber cómo evoluciona el último trimestre del
año, ya está claro que 2015 será el mejor año en términos de alquiler de
oficinas en la capital catalana desde 2008, ya que ese año el volumen
de contratación se situó en los 314.000 m2, una cifra ya superada en
2015 en solo nueve meses.
A este incremento sustancial del alquiler de oficinas en Barcelona ha
contribuido también la Generalitat, que ha protagonizado la mayor
operación del mercado barcelonés de oficinas en los últimos años, al
encargar la construcción de un edificio de 46.000 metros cuadrados de
oficinas al que se irá de alquiler y al que trasladará a mediados de
2019 a entre 2.500 y 3.000 funcionarios.
No obstante, Guardia recuerda que, aun restando el espacio contratado
por la Generalitat, la cifra en los nueve primeros meses el año casi
iguala la de todo el año pasado.
El máximo responsable de JLL en Cataluña apunta que durante los años
del 'boom' la administración catalana protagonizó un 25 % de las
operaciones, mientras que ahora el tirón de la contratación de oficinas
está "concentrado" en gran medida en el sector privado.
Y es que mientras durante los años de la crisis las empresas reducían
el espacio contratado para sus oficinas, ahora se contrata más espacio,
las empresas se mudan a edificios más modernos y eficientes o bien
otras se interesan por instalarse en la ciudad.
Con todo, el máximo responsable en Cataluña de JLL, una de las
consultoras de referencia en el sector, alerta de que hay una "falta
alarmante" de nuevos proyectos de edificios de oficinas en Barcelona,
algo que puede generar un problema en los próximos años.
"Las grúas han estado paradas siete años y eso hace que apenas haya
oferta de edificios de oficinas para superficies grandes", avisa el
directivo de JLL, que estima que el año que viene Barcelona puede
alcanzar los 325.000 metros cuadrados de contratación, un nivel inferior
al de 2015, aunque también "muy bueno" y que no será mayor "no por
falta de demanda, sino de oferta", remarca el directivo.
Por otra parte, JLL calcula que en lo que va de año la inversión en
edificios de oficinas en Barcelona ha alcanzado los 450 millones de
euros, y que puede rondar los 600 millones al cierre del año.
Al igual que sucede con la contratación de espacio para oficinas,
Guardia insiste en que la inversión destinada a adquirir edificios de
oficinas en la capital catalana "no es mayor por falta de producto".
Durante los últimos años, los inversores internacionales han apostado
por adquirir edificios en el centro de Barcelona, algunos de ellos de
la Generalitat, para destinarlos a uso hotelero o bien a viviendas de
lujo, lo que ha hecho que ganaran peso como eje de oficinas zonas como
el 22@.
Con todo, JLL considera que el eje tradicional de negocios en
Barcelona continúa muy centrado en la avenida Diagonal, la plaza
Francesc Macià y la Avenida Maria Cristina, y que sobrepasar ese eje "va
a costar años"; por su parte, el Paseo de Gràcia gana peso en el
segmento hotelero y residencial de lujo.
Por otra parte, el incremento del alquiler de oficinas en Barcelona
ha comportado que, en lo que va de año, la renta prime -la que se abona
por las zonas de primer nivel- se haya incrementado en un 10 %, hasta
los 19,50 euros por metro cuadrado, y JLL prevé que acabe el año en
torno al 12 %.
Debido a la falta de nuevos edificios de oficinas en Barcelona la
previsión es que los precios continúen aumentando en la ciudad, advierte
Guardia, que asegura que, ante la falta de proyectos, algunos
propietarios ya han decidido promover edificios de oficinas "a riesgo",
pese a que en los últimos años solo se construían edificios llave en
mano, es decir, por encargo de un tercero.
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