MADRID.- España se sitúa a la cabeza de
Europa en expectativas económicas por tercer trimestre consecutivo,
aunque se mantiene en valores negativos en cuanto a las previsiones de
consumo entre julio y septiembre, una tendencia que no parece vaya a
cambiar en los próximos meses, según concluye el estudio 'Clima de
Consumo en Europa', elaborado por la consultora GfK.
En este período, España, con 34 puntos, vuelve a liderar las
expectativas económicas de los 15 países de la Unión Europea analizados,
a pesar de haber caído cuatro puntos respecto al trimestre anterior.
Sin embargo, el indicador de las previsiones de gasto en el país se
sitúa en -5 puntos, sólo por encima de países como Rumanía (-6), Polonia
(-9), Portugal (-21) y Grecia (-37).
Según la consultora, la diferencia entre ambos indicadores es
de 39 puntos, una distancia que, aunque es importante, se ha reducido de
forma "notable" en los últimos tres meses, puesto que en la medición de
junio la brecha era de 50 puntos entre uno y otro.
A raíz de estos datos, la compañía estima que los consumidores
siguen sin tener la confianza ni los recursos necesarios para
incrementar el consumo en sus hogares más allá de sus necesidades
básicas. Esta tendencia, "lejos de apaciguarse, parecería mantenerse en
el tiempo, eso sí, con altibajos", indica la consultora.
A pesar de que el indicador sobre mercado laboral ha empeorado
ligeramente a lo largo del trimestre, España lidera en solitario las
expectativas sobre desempleo entre las principales economías de Europa,
con un -30,8.
Por su parte, el indicador de la percepción del final de la
crisis baja de los tres años por primera vez desde 2011. En cualquier
caso, Laura Serrano, responsable del estudio en España, ha señalado que
"para que las perspectivas locales mejoren de manera significativa deben
evolucionar todos los indicadores".
"En España todavía no se ha
alcanzado el nivel de PIB previo a la crisis y las cifras de paro
continúan siendo muy elevadas", ha añadido.
Durante el verano, ha habido varios temas que han estado
presentes en la mente de los ciudadanos europeos, como el nuevo paquete
de ayudas y las segundas elecciones en Grecia, además de la llegada de
los refugiados procedentes en su mayoría de Siria, principalmente a
Alemania, señala GfK.
Precisamente en Alemania algunos consumidores empiezan a
pensar que el desempleo aumentará en la próxima primavera, cuando los
refugiados aceptados formen parte del mercado laboral alemán, una
percepción que ya se ha hecho sentir durante estos tres últimos meses,
puesto que las expectativas en relación al empleo han caído 20 puntos en
el mes de agosto y otros 15 en septiembre, de acuerdo con la
consultora.
Como consecuencia de lo vivido estos meses en Europa, entre
julio y septiembre las expectativas económicas cayeron en once de los
países consultados, mientras que sólo en cuatro mejoraron. Entre los
primeros destaca Grecia, con un descenso de 20 puntos, aunque en esta
caída le aventajan la República Checa (-31), Bélgica (-23) y Alemania
(-19). Entre el grupo de países más optimistas destacan Austria (+20),
Bulgaria (+6) e Italia (+5).
Respecto a las expectativas de ingresos, en el país germano
también han quedado afectadas, ya que el indicador cayó nueve puntos en
el último trimestre, aunque continúa a la cabeza de Europa con 48
puntos.
En el resto de países, siete han visto crecer su esperanza de
aumentar sus ingresos en los próximos meses, mientras que tres se
mantienen iguales y cinco muestran un descenso.
Con respecto a las expectativas de consumo, el estudio muestra
que los alemanes mantienen el indicador más alto entre los 15 países
analizados, al obtener 50 puntos. Por detrás le siguen Reino Unido, a 35
puntos de distancia, y Austria, a 39.
La inclinación a hacer compras más allá de las necesidades
básicas no pasa de los 9 puntos sobre 100 en los 12 países restantes y
se manteniene en valores negativos en 5 de ellos. No se esperan, por
tanto, avances en el consumo europeo, al menos hasta fin de año, según
GfK.
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