NUEVA DELHI.- Los vendedores
indios de joyas se frotan las manos ante la llegada de la fiesta
hinduista más importante del calendario, Diwali, y la época de las
bodas, el periodo de ventas más fructífero del año para una industria
que ve como el negocio de la venta de oro y diamantes brilla como nunca.
En los tres últimos meses del año después del calor sofocante y las
lluvias monzónicas, coinciden la época habitual para las bodas y las
fechas de Diwali, uno de los festivales religiosos más importantes de la
India que se mueve dependiendo del año entre finales de octubre y
principios de noviembre.
Riqueza y prosperidad son los mensajes más compartidos en este
evento, simbolizados a través de joyas, oro y diamantes a los que se les
presume buen augurio, por lo que también están presentes en las
ceremonias de matrimonio.
El valor de las joyas en la cultura india se ha venido traduciendo en
un aumento del consumo y un incremento notable de los números del
mercado nacional indio, especialmente en el cuarto trimestre del año.
Según los datos del Consejo Mundial del Oro (WGC, en inglés), durante
estos tres meses del año 2014, la India gastó 6.918 millones de dólares
en joyería de oro, lo que supuso un aumento del 12% respecto al año
anterior, convirtiéndose en el primer consumidor mundial en esa franja
temporal del año.
"Regalar oro es una parte profundamente arraigada de los rituales de
matrimonio de la sociedad india, por lo que las bodas generan
aproximadamente el 50 % de la demanda anual de oro", sentencia el
organismo internacional.
Anticipándose a la temporada, joyeros de todo el país se reunieron
esta semana en Delhi, en la cuarta feria de Joyas y Bisutería, para
mostrar sus productos al público indio.
"El consumo está creciendo porque las bodas y Diwali llegarán pronto,
por lo que empezaremos a tener buenas ventas a partir de octubre",
declaró Prateek Singhvi, director de la compañía Swarnsarita.
En la feria, los mostradores rebosaban compradores que, con la lupa
de ojo preparada, analizan minuciosamente características y calidad de
la diversa muestra presentada por el sector joyero durante el evento.
"En primer lugar, los clientes se fijan en el diseño y después
quieren saber cuál es la calidad del diamante", dijo Dheeraj Goel,
proveedor de la empresa N. D. Diamonds and Jewels.
Pendientes, collares y anillos son, según la Federacióón de Cámaras
de Comercio e Industria de la India (FICCI, en inglés), las piezas de
joyería más demandadas entre el público indio, la gran mayoría mujeres,
de la India, un país donde más de la mitad de las existencias se vende
al por menor.
Los datos del organismo verifican la buena relación entre la sociedad
india y el negocio de las joyas, representando en el año 2013 el 29 %
del consumo mundial de joyería de oro mundial, un total de 1.908
toneladas de las que cerca de 553 fueron adquiridas en el gigante
asiático.
El valor del mercado indio fue en 2013 de 251.000 millones de rupias
(más de 38.000 millones de dólares), y se augura un futuro prometedor
para el sector de cara a los próximos años al mantener la tendencia
ascendente desde 2009 y la espectativa de doblar sus cifras de cara al
2018.
Los vendedores apoyan las previsiones para la temporada venidera y el
año siguiente, estimando que lograrán entre el 30 y 60 % de los
beneficios anuales en los próximos tres o cuatro meses.
Aditya Dhir, dueño de la marca ADS Gold, reconoce que en los últimos
años el mercado multiplicó sus números de forma exponencial, gracias, en
parte, a la aparición de una clase media india.
El propietario de ADS Gold sabe, como la gran mayoría de la sociedad
en la India, que hay una máxima en la que todos, consumidores y
profesionales, están de acuerdo.
No importan los precios, los quilates o los tamaños de la joyas:
"Mientras las mujeres indias sigan amando las joyas, estas se seguirán
vendiendo", sentenció Dhir.
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