BRUSELAS.- Siete países de la Unión Europea
(UE) expresaron su preocupación por el impacto ambiental de las
emisiones de gases de los motores diésel, tras las revelaciones del
escándalo Volkswagen , según un documento consultado el lunes por periodistas franceses.
Austria
y Dinamarca, promotores de la iniciativa, junto a Holanda, Francia,
Grecia, Eslovenia y Luxemburgo instaron a la Comisión (ejecutivo de la
UE) a dar las explicaciones relacionadas con ese caso, de cara a la
reunión de ministros del Medio Ambiente del próximo 26 de octubre en
Luxemburgo.
Volkswagen admitió haber instalado un software de
falsificación de las mediciones de emisiones contaminantes en once
millones de coches diésel de muchas de sus doce marcas. El grupo deberá
reparar 8,5 millones de esos vehículos vendidos en países de la UE.
Los
siete países que se dirigieron a la Comisión esperan obtener un informe
detallado sobre los impactos que esas astucias podrían tener en sus
esfuerzos para mejorar la calidad del aire.
Proponen asimismo realizar tests de emisiones "en condiciones reales".
El
dispositivo fraudulento de VW se activa cuando los coches son sometidos
a tests de contaminación, con el motor encendido pero sin avanzar.
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