sábado, 24 de octubre de 2015

Siguen mejorando las relaciones comerciales entre Rusia y Cuba

MOSCÚ.-  Las relaciones económicas, comerciales y financieras entre Rusia y Cuba escalaron a niveles sin precedentes en los 25 años más recientes y hoy se colocan en un peldaño superior con un enorme potencial.

El encuentro bilateral de los copresidentes y las sesiones de trabajo de las delegaciones de los dos países, desarrollados esta semana en Moscú, dieron como frutos la firma de seis documentos de cooperación en las áreas enérgica, financiera, siderúrgica y farmacéutica.

Conscientes de la necesidad de avanzar en proyectos ambiciosos, las partes convinieron asimismo en proseguir las rondas de reuniones en La Habana sobre la carpeta de las prioridades ya identificadas y de otras oportunidades para los mercados ruso y cubano.

Dos de los convenios suscritos por un monto total de 1.200 millones de euros respaldarán importantes programas priorizados por el gobierno cubano de cara a las nuevas estrategias de desarrollo socio-económico del país.

Con razón el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas, llamó la atención sobre la construcción de las cuatro unidades generadoras de las termoeléctricas Máximo Gómez y Este Habana, que de conjunto significará la incorporación de 800 megavatios al sistema energético nacional.

Aludió también en ese sentido el programa de modernización de la planta metalúrgica de acero José Martí, en La Habana.

Se trata de dos pivotes del desarrollo energético e industrial del país, enfatizó Cabrisas. En sendos acuerdos ambos gobiernos convinieron en participar en la ejecución de la construcción de los cuatro bloques energéticos y concertaron un esquema de comercialización del combustible ahorrado con la proyectada ampliación.

Por último, quedó sellado un convenio de cooperación entre las empresas HEBER BIOTEC y PHARMACO, que a corto o mediano plazo, permitirá el ingreso al mercado ruso de medicamentos cubanos novedosos como el Heberprot-P, único en la terapia de la úlcera de pie diabético, comercializado en más de 20 naciones.

La concreción de esos pasos encaminados en los dos últimos años, sobre todo después de la celebración de una sesión especial de la comisión intergubernamental en Kazán, en abril último, fue catalogada por el vicepresidente ruso Dmitri Rogozin como "las relaciones entre dos grandes países".

Para el también copresidente de la Comisión, la firma del paquete de documentos el jueves pasado, en Moscú, fue resultado de "ese impulso que insuflaron nuestros líderes a la cooperación bilateral", según declaró a esta agencia de noticias.

Dijo coincidir con otras valoraciones en que el acuerdo por la línea crediticia, logrado pese a las dificultades de Rusia para el acceso al mercado financiero por las sanciones de Occidente, permitió la más grande y voluminosa inyección en la economía cubana en los últimos 20 años.

En estos momentos no hay límites para perfeccionar nuestra cooperación, reafirmó Rogozin, al referirse al potencial existente de ambos lados en las esferas de alta tecnología, cosmos, medicina espacial, telecomunicaciones, aviación, transporte, farmacéutica, por solo citas algunas aéreas promisorias.

Con igual visión, la presidenta del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia, Valentina Matvienko, expresó en reunión con Cabrisas, que Moscú y La Habana ponían en marcha el más grande proyecto en los últimos 25 años, con impacto para las esferas económica e inversionista.

En la intervención conclusiva de la sesión bilateral, el vicepresidente cubano y cotitular de la Comisión Intergubernamental afirmó que los resultados en esta etapa era "expresión de lo que pueden hacer dos países hermanos y solidarios en beneficio de los dos pueblos".

Cuba y Rusia tienen por delante los proyectos del venidero quinquenio en el 2016 y una abultada agenda económica a largo plazo hasta el 2020.

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