sábado, 31 de octubre de 2015

Expo Milán cierra sus puertas pendiente del futuro de la alimentación mundial

ROMA.- La Exposición Universal de Milán cerró tras seis meses dedicados al tema de la alimentación en el mundo y lo hizo entre loas por su desarrollo y pendiente de su legado para el futuro, plasmado en una declaración de principios.

El broche final se puso con una ceremonia en la que se celebraron los éxitos cosechados en este tiempo, en el que según el primer ministro, Matteo Renzi, ha emergido "una Italia valiente que no huye ante los retos, sino que los afronta y los vence".
Al acto asistió, entre otros, el presidente de la República, Sergio Mattarella, quien declaró oficialmente clausurada la Expo, que ha transcurrido bajo el lema "Nutrir el planeta. Energía para la vida".
Comenzó su andadura el pasado 1 de mayo, tras estallar un caso de presunta corrupción y entre graves disturbios en las calles milanesas perpetrados por grupos antisistema el día de su inauguración, pero sin embargo su popularidad ha ido en aumento.
Tal es así que en Italia se habla de una "Expo de recordar" ya que se han batido las previsiones: el director de gestión, Piero Galli, explicó que más de 21 millones de personas han visitado el evento y el 30% de las mismas vinieron del extranjero.
Explicó que la Expo ha recibido "una avalancha de visitantes", acrecentada sobre todo en los últimos dos meses, en los que las largas colas de espera para acceder a los pabellones han sido la tónica general, sobre todo en el de Japón, el más visitado.
Todo para asistir a las propuestas de los 145 países participantes, que han mostrado al mundo sus excelencias gastronómicas y sus prácticas en el ámbito de la alimentación.
La Expo cerró sus puertas, pero lo hace con la mirada puesta en el futuro y en los retos que la comunidad internacional deberá afrontar para paliar la lacra del hambre en el mundo.
Para ello un millón y medio de personas han secundado la conocida como "Carta de Milán", que recoge una serie de propuestas y compromisos en esta materia y que supone, en palabras de Galli, "una herencia" para proseguir abordando dicha problemática en el futuro.
Este documento ha sido entregado al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para que lo tenga en consideración en la elaboración de los nuevos Objetivos del Milenio.
Además, según celebró el ministro de Agricultura, Maurizio Martina, la Carta "ha colocado a la Expo en la agenda internacional" y "ha llenado de significado y de responsabilidad la plataforma expositiva".
Entre las autoridades firmantes están la canciller alemana, Angela Merkel, o los presidentes francés, François Hollande; brasileña, Dilma Russeff, o boliviano, Evo Morales.
Y es que, en otro orden de cosas, durante los 184 días que ha permanecido abierta, la Expo ha sido un vaivén de representantes políticos, jefes de Estado y relevantes figuras de la cultura que se han preocupado por la temática de la seguridad alimentaria.
Es el caso de la reina Letizia de España, que acudió en calidad de embajadora de la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), o de la esposa del presidente de Estados Unidos, Michelle Obama, que ha hecho de la lucha contra la obesidad una de sus máximas.
Tal y como recordó Mattarella, una de las principales incógnitas que se plantean después de este tipo de eventos es qué ocurrirá con las instalaciones de la Expo.
El comisario del evento, Giuseppe Sala, señaló a los medios que a partir del lunes se procederá a su desmantelamiento y abogó por destinar su superficie de un millón de metros cuadrados a la construcción de un campus residencial para estudiantes.
En la ceremonia se produjo también el traspaso de la bandera del Buró Internacional de Exposiciones, organizador de ese evento, de Italia a Kazajistán y a Dubai, que acogerán, respectivamente, la Exposición Internacional de 2017 y la Universal de 2020.
Al acto asistieron en representación del país centroasiático el director de Expo-2017, Akhmetzhan Yessimov, y el comisario del evento y primer viceministro de exteriores de Kazajistán, Rapil Zhoshybayev.
Zhoshybayev dijo que la de Milán ha sido "una gran antesala del futuro éxito de la Expo de 2017", que versará sobre la energía, un sector en el que Kazajistán quiere destacar, sobre todo en la producción de renovables y energías verdes.

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