MADRID.- La economía española cerrará
2015 con un crecimiento del PIB del 3,1%, que se desacelerará hasta el
2,5% en 2016, según recoge un informe elaborado por Goldman Sachs, que mantiene sin cambios sus anteriores previsiones para España.
De esta manera, el servicio de análisis de la entidad reconoce
que sus estimaciones para España son algo inferiores a las del consenso
de mercado en octubre, que prevé un crecimiento del 3,2% en 2015 y del
2,7% en 2016.
Asimismo, las previsiones de Goldman Sachs son bastante
inferiores a las realizadas por el Gobierno de Mario Rajoy, que calcula
que España crecerá en el conjunto de 2015 un 3,3%, mientras que en 2016
el incremento del PIB será del 3%.
En lo que respecta a la economía global, el banco ha rebajado
su previsión para 2015 en cuatro décimas, hasta el 3,2%, aunque el
próximo ejercicio el PIB mundial repuntará al 3,5% (una décima menos de
lo que esperaba hasta ahora) gracias a la estabilización de algunas de
las economías de los mercados emergentes.
Entre el resto de regiones, prevé "modestos cambios", incluida
una pequeña aceleración del crecimiento económico en Europa y Japón,
una pequeña desaceleración en Estados Unidos y un mayor frenazo en
China.
En concreto, el PIB de la eurozona aumentará del 1,5% previsto
para 2015 al 1,7% en 2016, mientras que el de Japón subirá del 0,6% al
1%. Por el contrario, el de Estados Unidos se frenará desde 2,4% con que
cerrará este año hasta el 2,2% el próximo, y el de China bajará del 7%
al 6,4%.
Por otro lado, Goldman Sachs apunta que, pese a las repetidas
decepciones en el crecimiento del PIB durante los últimos años, el
comportamiento del mercado laboral muestra que las economías avanzadas
se están recuperando realmente bien de la crisis.
En concreto, remarca que el desempleo en el G-7 ha caído más
rápido en los últimos años que en cualquier otro periodo comparable
desde al menos los años 70, y todo ello a pesar del aumento de la edad
de jubilación en muchos países.
Por otra parte, señala que la inflación es probable que
repunte pronto hacia niveles más normales, incluso aunque los precios
del petróleo sigan bajos. En el caso de España, pasará del -0,6% de 2015
al 0,5% en 2016.
En este sentido, añade que la inflación subyacente seguirá por
debajo de los objetivos de los bancos centrales en casi todo el mundo,
pero ve probable que aumente de forma gradual a medida que se calme la
evolución de los precios de la energía y algunas economías como Estados
Unidos y Reino Unido se acerquen al pleno empleo.
Respecto a la política monetaria, espera que la Reserva
Federal de Estados Unidos comience su normalización en diciembre y que
el Banco de Inglaterra "probablemente no se quede atrás". Por el
contrario, el Banco Central Europeo (BCE) o el Banco de Japón volverán a aplicar estímulos mientras la inflación y/o el empleo sigan por debajo de su objetivo.
En su opinión, es probable que esta divergencia en la política
monetaria se traduzca en una continuada apreciación del dólar, algo que
puede ser positivo porque redistribuye la demanda desde Estados Unidos,
donde el empleo está cerca de su máximo potencial, a otros países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario