WASHINGTON.- El déficit comercial
de Estados Unidos se redujo un 15 % en septiembre y se situó en 40.800
millones de dólares, su nivel más bajo en siete meses, gracias al
repunte de las exportaciones y a la caída de las importaciones de
petróleo, informó hoy el Gobierno.
La disminución del déficit en septiembre estuvo en línea con las
expectativas de los analistas y siguió al fuerte aumento registrado en
agosto, cuando el saldo comercial negativo de Estados Unidos fue de una
cifra revisada de 48.000 millones de dólares, la más alta en cinco
meses.
En septiembre, las exportaciones estadounidenses se recuperaron del
fuerte descenso del mes anterior, cuando cayeron a su nivel más bajo en
tres años, y crecieron un 1,6 %, hasta los 187.900 millones de dólares,
impulsadas por las ventas de soja, combustibles y bienes de consumo como
obras de arte y joyas.
No obstante, las exportaciones acumuladas entre enero y septiembre fueron un 3,8 % inferiores a las del mismo periodo de 2014.
Además, los expertos temen que, pese al buen dato de septiembre, las
exportaciones sigan en baja forma a causa de la fortaleza del dólar y de
la debilidad económica global, en particular de países como China.
En cuanto a las importaciones, en septiembre disminuyeron un 1,8 por
ciento y quedaron en 228.700 millones de dólares, la cifra más baja en
siete meses, con descensos en la demanda de suministros industriales,
automóviles y teléfonos móviles, según el informe del Gobierno.
Destacó la caída de las importaciones de petróleo, que sumaron en
septiembre 13.800 millones de dólares, el nivel más bajo desde mayo de
2004, a causa del incremento de la producción nacional y del
abaratamiento del precio del crudo a nivel global.
En septiembre, el saldo comercial negativo de EEUU con China volvió a
aumentar y alcanzó un nuevo récord, al colocarse en 36.300 millones de
dólares.
El déficit comercial promedio entre julio y septiembre fue de 43.500
millones de dólares, un 3,6 % superior al del mismo periodo de 2014, lo
que puede convertirse en un lastre para el crecimiento del producto
interior bruto (PIB) de Estados Unidos.
Así ocurrió en el primer trimestre del año, cuando la economía estadounidense apenas creció un 0,6 %.
En el segundo trimestre, el PIB avanzó un 3,9 % y en el tercero frenó
su ritmo de crecimiento hasta el 1,5 %, según divulgó el Gobierno la
semana pasada.
En septiembre, el déficit comercial de EEUU con China volvió a
aumentar y alcanzó un nuevo récord, al situarse en 36.300 millones de
dólares.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha centrado su
política comercial en los últimos años en la negociación de dos grandes
acuerdos internacionales: uno con la Unión Europea (UE) y otro con los
países de la zona del Pacífico, conocido como TPP y cerrado el mes
pasado.
El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), en el que participan
Estados Unidos, Japón y otros diez países, debe ser ratificado ahora por
los parlamentos de las naciones firmantes para entrar en vigor.
El TPP es un elemento clave de la política exterior de Obama, uno de
cuyos objetivos es dar prioridad a la relación con la región de
Asia-Pacífico para hacer frente a la influencia de China.
Muchos congresistas del partido de Obama, el Demócrata, se oponen al
TPP, un asunto que va a ser importante también en la contienda de cara a
las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU.
Tanto la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, favorita hasta ahora
en los sondeos sobre la nominación presidencial demócrata, como el
senador Bernie Sanders, su principal rival, han expresado su oposición
al TPP.
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