jueves, 12 de noviembre de 2015

Alimentos y agua por inversiones, el intercambio suramericano-árabe

RIAD.- Son dos regiones lejanas y hasta hace diez años vivían casi de espaldas, pero las economías de los países suramericanos y árabes se presentan como complementarias debido, sobre todo, a que el primer bloque es el mayor productor y exportador de alimentos y el segundo, un importante inversor.

Los doce países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) destacan por su ingente producción agrícola y también por su reserva de agua dulce -el 27% de la planetaria-, elementos que escasean en parte del mundo árabe.
La región árabe ofrece una gran capacidad de inversión, en especial las potencias petroleras del Golfo, que muchos países suramericanos necesitan para desarrollar proyectos en distintos sectores estratégicos, desde el agrícola al de la energía.
"América Latina tiene un gran potencial para ser el gran productor de alimentos del mundo. Nuestra riqueza en agua se convierte cada día en un bien escaso necesario para la humanidad. Esta ventaja comparativa beneficia sin duda a las dos regiones y es un sector en el cual podemos hacer mucho más", afirmó rotunda la canciller colombiana, María Ángela Holguín.
En la IV Cumbre de América del Sur y Países Árabes (ASPA), que se celebró los pasados dos días en Riad, Holguín subrayó que el desarrollo agrícola es una prioridad y que su país necesita también inversiones en proyectos de carreteras, puertos y aeropuertos, y de infraestructura para la exportación de gas y la explotación minera.
Desde que se inauguró el foro político y económico ASPA con una cumbre en Brasilia en 2005, el intercambio comercial entre Suramérica y los países árabes creció un 183 % hasta los 34.800 millones de dólares el año pasado, según las cifras del Gobierno brasileño.
Un responsable de la delegación brasileña que participó en la cumbre dijo que ya se ha superado la lógica meramente comercial, y que ahora se busca "una integración económica más efectiva, con inversiones de parte a parte".
Brasil puede exportar productos de mayor valor agregado, comentó este responsable quien, sin embargo, reconoció que hay muchos países árabes, como Egipto, que son "grandes importadores de alimentos" procedentes de Suramérica.
Uno de los países suramericanos que quiere captar inversiones para el sector de la alimentación, al tiempo que aumentar sus exportaciones, es Ecuador.
El ministro ecuatoriano de Sectores Estratégicos, Rafael Poveda, explicó que buscan "esa complementariedad" con los árabes: "Hay mucha potencialidad para que las inversiones y los recursos financieros de los países árabes vayan hacia nuestro país y para que nuestros productos lleguen a esta zona".
"Tenemos un recurso hídrico abundante y muchas zonas productivas y agrícolas, mientras que en el mundo árabe existen esos requerimientos de productos agrícolas", aseguró Poveda, que insistió en que Ecuador y otros países suramericanos necesitan inversión para desarrollar proyectos y sectores estratégicos.
Uno de esos sectores, en el caso de Ecuador, además del agrícola es el petrolero. Este país trabaja en un plan de industrias estratégicas para crear, entre otros, una nueva refinería, para lo que precisa la experiencia, la tecnología y el dinero de los árabes.
El petróleo, y en particular la caída de su precio, fueron un tema recurrente durante la cumbre de Riad, en la que los países suramericanos, con Venezuela y Ecuador a la cabeza, hicieron frente común para pedir la estabilización del mercado y una recuperación de su valor.
Al respecto, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, instó a crear una "fórmula" que permita establecer un "precio justo" de los hidrocarburos y mostró su esperanza de que se logren avances en el "corto plazo", ya que el 95 % de los ingresos de exportación de este país vienen del crudo.
El precio del barril de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que son miembros entre otros Ecuador, Venezuela, Arabia Saudí, Iraq, Kuwait y Emiratos, retrocedió hoy hasta 41,53 dólares, un 1,7 % menos que la jornada anterior, acercándose de nuevo a su mínimo de hace seis meses.
Hasta ahora, los países árabes han preferido mantener los niveles de producción, aunque esto signifique que los precios sean bajos, para evitar que los productores que no pertenecen a la OPEP les ganen cuota de mercado.
Esto podría, sin embargo, cambiar si se aceptara, por ejemplo, la propuesta de Ecuador de reducir la producción un 1,6 %, lo que podría suponer un crecimiento del precio del petróleo del 30 al 35 %, según el planteamiento defendido por Quito.
La próxima reunión de la OPEP en diciembre arrojará nuevas luces sobre este tema, que une a las dos regiones, comprometidas en reforzar sus lazos económicos y políticos para crear un eje alternativo sur-sur.

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