ATENAS.- El Parlamento griego
aprobó hoy el nuevo paquete de medidas acordado con los acreedores a
cambio de nuevos desembolsos, pero la votación provocó el debilitamiento
de la coalición de Gobierno liderada por Alexis Tsipras, que perdió a
dos de sus diputados contrarios a la ley.
El compendio de reformas, que incluía la controvertida ley de
ejecuciones hipotecarias, obtuvo el respaldo de 153 de los 155 diputados
que hasta ahora formaban la coalición entre el izquierdista Syriza y
Griegos Independientes (ANEL), mientras que todos los partidos de la
oposición votaron en contra.
El Gobierno perdió a dos de sus diputados que fueron expulsados de
los grupos parlamentarios de Syriza y ANEL tras mostrar su rechazo a la
aprobación de esta ley.
Con ello el Ejecutivo se queda con una mayoría parlamentaria de 153 diputados en una Cámara con 300.
Durante la mañana ya había presentado su dimisión el diputado de
Syriza Gavriil Sakelaridis, portavoz del primer Gobierno de Tsipras,
quien en un comunicado explicó que no podía seguir contribuyendo a que
se aplique la política gubernamental.
La salida de Sakelaridis y la entrada automática del viceministro de
Interior no afecta a la estabilidad gubernamental y permite a Tsipras
deshacerse de los remanentes díscolos que todavía existen en Syriza tras
la ruptura del partido en verano.
Durante el acalorado debate que se celebró antes de la votación, el
ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, justificó el acuerdo sobre
los desahucios con el argumento de que la negociación tuvo lugar bajo la
fuerte presión de tener que cerrar la recapitalización de la banca
antes de finales de año.
"En verano la presión era el Grexit. En otoño era la recapitalización de la banca", dijo Tsakalotos.
Añadió que lo "primordial" es que el Ejecutivo continúa "su hoja de
ruta, que empieza con la recapitalización de la banca, continua con el
cierre de la primera evaluación y concluye con el debate sobre la
deuda".
De la aprobación de este paquete de medidas dependía el desembolso de
un tramo de 2.000 millones de euros del rescate y, lo que es aún más
importante, de 10.000 millones de euros para la recapitalización de la
banca.
El desbloqueo del tramo para la banca es crucial para poder concluir
antes del 31 de diciembre el proceso de recapitalización y evitar así
quitas a los depósitos superiores a los 100.000 euros en caso de crisis
bancaria como contempla la normativa europa que entrará en vigor a
partir del 1 de enero de 2016.
El paquete de medidas aprobado hoy es altamente controvertido pues,
por primera vez tras una moratoria de cinco años, contempla la
posibilidad del desahucio.
Tras asumir su segundo mandato de Gobierno, Tsipras prometió que
seguiría defendiendo la protección contra el desahucio, al menos para el
72 % de los hipotecados que no pueden atender a sus pagos.
Sin embargo, el acuerdo alcanzado esta semana con la denominada
cuadriga -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario
Internacional- solo contempla una protección absoluta para los
propietarios de viviendas con ingresos muy bajos, que constituyen en
torno al 25 % de la cartera de hipotecas morosas.
Se trata de personas con ingresos anuales brutos de 8.180 euros en el
caso de los solteros, de 13.917 euros para los casados sin hijos y de
20.639 euros para las familias con dos hijos.
Los afectados obtendrán un subsidio para hacer frente a sus obligaciones bancarias.
La oposición acusó a Tsipras de haber mentido a los ciudadanos y de
haber abandonado el último resquicio de su ideología izquierdista.
"La ley demuestra que todo lo que prometía Syriza sobre la protección
de la primera vivienda era una mentira para aferrarse al poder", dijo
el presidente de la conservadora Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis,
que acusó al Ejecutivo de ser un "Gobierno neoliberal".
La presidenta del socialdemócrata Pasok, Fofi Yenimatá, recriminó que
el Gobierno haga todo lo que le piden los acreedores y dijo que con
esta actuación aumenta la tensión social.
"El 75 % de los deudores se quedan sin ninguna protección. El engaño a
los ciudadanos en un tema tan sensible es una página negra en la
historia del país", señaló Yenimatá.
El paquete de medidas aprobado incluye además algunas enmiendas sobre
el pago a plazos de las deudas a Hacienda y la Seguridad Social, y la
imposición de una tasa a los juegos de azar y al vino.
Las dos últimas son medidas alternativas a la imposición de un IVA
del 23 % en la enseñanza privada, una decisión acordada inicialmente en
el rescate que desencadenó una ola de protestas.
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