FRÁNCFORT.- En su primer año de existencia, el
Mecanismo Único de Supervisión bancaria (MUS), pilar del proyecto de
unión bancaria en Europa, se ha impuesto como un organismo clave para
prevenir las turbulencias financieras en la zona euro.
"Su
implementación, pese a las dificultades iniciales, es un gran éxito. La
importancia del MUS es enorme, y no hay otro ejemplo tan vasto en el
mundo de supervisión bancaria", asegura Bert Van Roosebeke, uno
de los expertos del 'think-tank' alemán del Centrum für europäische
Politik (Centro de Política Europea).
El año transcurrido fue "exitoso
pero difícil al mismo tiempo", asegura por su lado Sabine
Lautenschläger, vicepresidenta del MUS.
Lanzada oficialmente el 4 de noviembre de 2014 bajo patrocinio del Banco Central Europeo (BCE), la joven autoridad basada en Fráncfort asegura la supervisión
directa de 123 grupos bancarios en los 19 países de la zona euro y es,
por tanto, un pilar del proyecto de unión bancaria en Europa, junto al
Mecanismo Único de Resolución (MUR).
El MUR posee un consejo de
resolución único para gestionar el cierre de los bancos con, a su
disposición, un fondo de resolución común alimentado por el sector
bancario de 55.000 millones de euros.
"Hace un año, mucha gente
tenía dudas de si todo esto funcionaría. Había mucha desconfianza e
incomprensión entre los bancos antes de que se lanzara la supervisión,
pero ahora la mayoría de ellos acepta este mecanismo", según una fuente
financiera alemana que requiere el anonimato.
Desde sus locales de
'Mainhattan', barrio financiero de Fráncfort al borde del río Main, el
MUS tiene como objetivo frenar crisis como la de 2008-2009, que por un
efecto de contagio puso de rodillas a la mayoría de los bancos europeos y
obligó a los Estados a inmensas operaciones de rescate.
"La
creación del MUS ha contribuido a tranquilizar a los mercados tras la
crisis financiera en la zona euro", explica un banquero
francés.
El MUS está destinado a vigilar los balances y activos
del sector financiero para detectar eventuales problemas y puede obligar
a los grupos frágiles a proceder a una recapitalización u oponerse al
nombramiento de un directivo de dudosa reputación. "Queremos que los
bancos estén bien capitalizados", pero "les corresponde a los propios
bancos determinar su modelo comercial", explicaba recientemente Danièle
Nouy, presidenta del MUS, organismo en el que trabajan cerca de un
millar de colaboradores.
Esta creciente influencia de este
mecanismo no deja de crear fricciones, en particular con algunas
autoridades nacionales, pues los países de la zona euro expresan
inquietudes de que desaparezcan progresivamente parte de sus
prerrogativas. Pero uno de los principales objetivos de los mecanismos
relacionados con la unión bancaria es evitar aumentar la deuda estatal
con eventuales futuras crisis bancarias y hacer que la confianza regrese
al sector gracias a un seguimiento reforzado y supervisado de los
activos y balances de las entidades.
Para el próximo año, el
supervisor único ha anunciado una nueva prueba de resistencia para
algunos grandes bancos europeos. También quiere avanzar en la ardua
tarea de armonizar las normas contables y financieras en la región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario