miércoles, 4 de noviembre de 2015

Cuba, con las puertas abiertas a distintos mercados

LA HABANA.- Cuba muestra hoy puertas más abiertas a la inversión extranjera con el fin de impulsar su economía, y la esperanza de exorcizar el viejo "fantasma" de dependencia de la isla "de un solo mercado".

    "No queremos volver a depender de un solo mercado", subrayó nuevamente el Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, al presentar una segunda versión de una "Cartera de Negocios", con ofertas precisas de inversión, ante empresarios que asisten a la Feria Internacional de La Habana, la mayor bolsa comercial anual de la isla. Al explicar su énfasis, expuso que uno de los objetivos centrales del sector es "diversificar" los inversores. Otro, el fundamental, es ingresar dinero "fresco" para incrementar el ritmo demasiado lento de la economía nacional.
    El titular presentó 80 proyectos en 12 sectores de la economía más que en la primera versión por un valor de más de 8.000 millones de dólares. Esta vez instó a los hombres de negocios a apostar por 94 proyectos en turismo, uno de los dos sectores económicos nacionales más dinámicos, 86 en petróleo y 40 en el área agroalimentaria.
    En el área turística, la nueva versión describe la construcción de instalaciones para recepción de buques, particularmente cruceros, en los principales puertos del país, algo que necesita este país incluso antes de la "ola" de estadounidenses que espera, cuando se los permita Washington y ahora obstaculizados por el embargo.
    La economía nacional ha hecho ya esfuerzos notables en el área petrolera para tratar de rebajar las facturas de compras de combustible. Su programa más elaborado en este sentido es el de búsqueda del crudo en sus aguas territoriales del Golfo de México, pero los grandes yacimientos que se aseguran existen en esa región marítima cubana han sido hasta ahora escurridizos. La "Cartera de Negocios" no apunta solamente al petróleo, sino a las fuentes renovables, que tienen una minúscula participación del 3% en la generación nacional de energía y que se quiere llevar al 24% antes de 2030.
    Sobre los alimentos, aún los procesos de transformaciones en la agricultura no han rendido todos los frutos productivos que esperan los planes oficiales. La isla sigue pagando fuertes importaciones que hasta hace poco le reportaba gastos por alrededor de 2.000 millones de dólares al año.
    El rechazo al "unimercado" para el comercio y las inversiones es un aspecto estratégico e histórico con el que Cuba ha debido lidiar desde su etapa colonial bajo España.
    Cuando con la independencia la isla escapó del rigor comercial español, cayó en el estadounidense, una potencia que ya se expandía en Cuba incluso antes de que terminara el colonialismo en 1902.
    La economía nacional vivió prácticamente de las exportaciones e importaciones a ese mercado gigantesco situado solamente a 90 millas, unos 160 kilómetros de sus costas, escenario que, al menos en teoría, podría "repetir" el "deshielo".
 Tras 1959, la Unión Soviética abrió lo que los cubanos aún llaman jocosamente como "tubería de potaje (frijoles)" que si bien salvó la supervivencia económica nacional ante el "bloqueo yanqui" , la hizo tan dependiente, que al desmoronarse el estado soviético sobrevino una crisis profunda que de cierta manera aún influye en la marcha cubana. Cuba comenzó así a "diversificar" sus mercados con más rapidez. Las cifras oficiales indican que comercia ahora con 75 países.

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