ROMA.- Las autoridades de
la competencia de Italia han iniciado una investigación a siete
empresas, entre ellas la española Deoleo, por supuestamente hacer pasar
un aceite de oliva de menor calidad por virgen extra, la variedad
cotizada por su rico sabor y sus beneficios para la salud.
Las pruebas realizadas por la policía esta semana
sugieren que aceite vendido como virgen extra por algunas de las marcas
más conocidas de Italia pueden no cumplir los estrictos requisitos de
etiquetado, dijo la autoridad en un comunicado.
La investigación llega después de que los fiscales de
la ciudad de Turín investigaran a las mismas empresas bajo la sospecha
de fraude comercial y etiquetado falso para engañar a los consumidores.
Ser investigado no implica culpabilidad y no
necesariamente tiene que desembocar en cargos, pero las acusaciones son
un golpe a una industria que enorgullece de su calidad.
Italia, el segundo mayor productor de aceite de oliva
después de España, exporta cientos de miles de litros al año,
contribuyendo a un volumen de venta de 2.000 millones de euros, según
estimaciones del grupo agrícola Coldiretti.
El Ministerio de Agricultura ha demandado claridad para proteger a consumidores y productores.
Tres de las marcas que están siendo investigadas son
del gigante español Deoleo, que respondió que su aceite virgen extra se
ajusta a los máximos estándares científicos y de cata en Italia.
Deoleo, que posee las marcas Bertolli, Carapelli y
Sasso, dijo que pediría a las autoridades italianas una prueba de
contraste.
"Las verificaciones efectuadas (...) están consideradas
en muchos aspectos insuficientes, dado que se trata de un método de
análisis subjetivo, no repetible y no reproducible", dijo Deoleo en un
comunicado.
Renato Calabrese, director general de Pietro Coricelli,
que también es objeto de investigación, rechazó las acusaciones y puso
en entredicho la ciencia que la respalda.
"La objeción se basa en una cata, no un análisis
químico o físico", dijo Calabrese, agregando que su empresa se
aseguraba de que su aceite fuera sometido al segundo tipo de análisis.
La investigación llega tras un año de pesadilla para
los productores de aceite italianos, que han soportado mal tiempo, la
mosca de la fruta y una enfermedad bacteriana conocida como "lepra del
olivo".
Además, la sequía redujo la cosecha del principal
productor, España, llevando a los precios del aceite a casi un máximo de
hace 10 años.
Pero las asociaciones comerciales prevén un mejor
panorama este año. Los grupos italianos Assitol y Federolio, citando al
Consejo Internacional del Aceite de Oliva, dicen que la cosecha actual
podría ser un 22 por ciento superior a la del año pasado, y en Italia
podría haber un incremento del 60 por ciento.
El Ministerio dijo que sus inspectores confiscaron
aceite de oliva fraudulento por valor de 10 millones de euros en 2014,
en una iniciativa que no tiene ninguna vinculación con la última
investigación.
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