domingo, 15 de noviembre de 2015

Crisis de refugiados y atentados en París, el peligro de mezclarlos

BRUSELAS.- Tras los mortales atentados que asolaron París, corre en Europa el temor de que los hechos se conviertan en justificación para atacar y rechazar a los miles de indocumentados llegados al continente para pedir protección. 

Pocas horas después de las agresiones que dejaron al menos 129 muertos y 352 heridos, Polonia expresó su negativa a seguir recibiendo demandantes de asilo como parte del plan de distribución europeo, con el pretexto de que entre ellos pueden venir posibles terroristas.

El ministro de Asuntos Europeos, Konrad Szymanski, reclamó una revisión más profunda de la política europea hacia la crisis migratoria, y señaló que solo aceptarán foráneos si se obtienen garantías de seguridad que no especificó.

De inmediato llegó la reacción del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, quien pidió hoy al continente no mezclar el tema de la crisis de refugiados con los atentados registrados en París, en declaraciones realizadas desde la Cumbre del G-20 en Turquía.

Los atacantes de París eran criminales, no solicitantes de asilo, afirmó el político luxemburgués en conferencia de prensa desde la ciudad costera de Antalya, donde se desarrolla el cónclave de los países más industrializados del planeta y otros emergentes.

"No se deben mezclar distintas categorías de personas que vienen a Europa", y agregó que los llegados están huyendo precisamente de las acciones de grupos terroristas autores de hechos violentos como los registrados en la capital de Francia.

Juncker invitó "a aquellos que quieren cambiar la agenda de inmigración que hemos adoptado a ser serios y no realizar estas reacciones tan básicas que, personalmente, no me gustan".

Un pasaporte sirio fue hallado cerca de uno de los lugares atacados en París, al parecer perteneciente a una persona que entró a través de la isla griega de Leros, lo cual ha sido empleado como excusa por parte de quienes buscan promover la xenofobia.

En Grecia, nación que recibe en sus costas a la mayor parte del flujo migratorio, las autoridades llamaron a no sacar conclusiones precipitadas, pues todavía no está del todo clara la relación entre los hechos.

Por su parte, el jefe de los servicios secretos internos de Alemania, Hans-Georg Maaáen, calificó de poco probable que los terroristas lleguen a Europa como refugiados.

En declaraciones a la prensa, explicó que la ruta de los migrantes es extremadamente peligrosa, y por tanto no sería la vía típica de personas con una misión de combate.

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizisre, también instó a no mezclar el debate de los sucesos de Francia con el enfrentamiento a la crisis de refugiados.

En este sentido, abogó por no permitir que los atentados sean empleados por la ultraderecha para defender sus posturas xenófobas, en una nación donde el tema genera agudas polémicas.

Alemania es el estado europeo que más demandantes de asilo recibe y mientras una parte de la población apoya los esfuerzos para ayudarles, otros cuestionan la acogida.

En una crisis considerada la peor desde la Segunda Guerra Mundial, casi un millón de personas llegaron a Europa este año, la mayor parte familias, hombres, mujeres, jóvenes y niños que huyen de países castigados por las guerras como Siria, Iraq y Afganistán.

Grupos defensores de los derechos humanos aseguran que no se trata de potenciales agresores sino de gente que busca tener la posibilidad de vivir en paz.

Redes sociales como Twitter y Facebook también se hacen eco del asunto y los internautas se suman al llamado a no mezclar refugiado con posible terrorista.

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