LA HABANA.- Representantes de unas 50 empresas
estadounidenses llegaron esta semana a La Habana para participar en una
exposición comercial, muchos de ellos por curiosidad, pero aún sin
tener claro cómo ganarán dinero en un país de gobierno comunista de 11
millones de habitantes con poco poder adquisitivo.
La normalización de relaciones diplomáticas ha
fortalecido las esperanzas de que puedan restaurarse vínculos
comerciales plenos, lo que ha llevado a las empresas estadounidenses a
centrarse en hacer negocios en la isla. Pero Cuba es un mercado cuya
atracción desafía las reglas y las empresas extranjeras se quejan del
sistema de doble moneda, la rigidez del mercado laboral y garantías
jurídicas cuestionables.
Algunas empresas se sienten atraídas por el fruto
prohibido, ya que la isla ha estado, en gran parte, fuera de los
negocios de Estados Unidos durante más de cinco décadas.
Otros dicen que pueden cubrir alguna necesidad o correr
el riesgo de tener que lamentar que Estados Unidos vaya a ceder un
mercado vecino al resto del mundo.
Una empresa estadounidense que está a punto de abrir la
primera fábrica en Cuba en más de medio siglo está interesada en el
mercado cubano sólo porque su cofundador nació en la isla caribeña.
La empresa Cleber LLC, con sede en Alabama, dice que ha
sido autorizada por el Gobierno cubano para ensamblar tractores en la
zona de desarrollo especial que rodea el puerto de Mariel. Debido al
embargo comercial, Cleber necesitaría un permiso especial de Estados
Unidos para operar en la isla.
"Podemos abrir negocios en cualquier parte del mundo.
Cuba es especial por un tema personal básico", dijo Saúl Berenthal, un
cubano-estadounidense que abandonó la isla en 1960, un año después de
que Fidel Castro y un grupo de rebeldes llegara al poder.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y el de
Cuba, Raúl Castro, acordaron en diciembre pasado poner fin a más de
medio siglo de hostilidades durante la Guerra Fría para restablecer
relaciones diplomáticas, aunque el embargo comercial se mantiene vigente
y sólo el Congreso puede levantarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario