WASHINGTON.- La devaluación de la moneda rusa abre nuevas
posibilidades a su economía, según Birgit Hansl, economista principal
del Banco Mundial para Rusia.
"Por
primera vez en décadas, 'Made in Russia' podría tener la oportunidad de
volver a ser una marca global. Un rublo más débil ha creado una ventaja
de precios para algunas industrias. Los volúmenes de exportación han
comenzado a subir y, a su vez, han generado inversiones en determinados
sectores nacionales", escribe la economista Birgit Hansl en su blog.
Según
esta economista, Rusia ha aumentado las exportaciones a países fuera de
la CEI en los sectores de minería, química y construcción de
maquinaria. Como resultado, el volumen total de exportaciones del país
creció un 1,7 % en el primer semestre de 2015. Hasta el momento, este
incremento no ha sido suficiente para lograr un aumento global de las
exportaciones no energéticas, pero esto podría cambiar a medio plazo,
sostiene la autora de la publicación.
Birgit Hansl opina que el impacto positivo de la caída del rublo ha
sido "limitado y desigual", ya que algunos fabricantes todavía requieren
inversiones adicionales. Sin embargo, "en algunos sectores ya han
aumentado de manera considerable, sobre todo en las industrias de
productos químicos, caucho, plásticos, electrónica y construcción de
maquinaria".
Así, de acuerdo con la economista, durante la primera
mitad de 2015 la inversión en la industria química creció un 23,1 % en
comparación con el año pasado, mientras que en equipos electrotécnicos
mejoró en un 30,7 %. "Los inversores rusos todavía no tienen confianza
para aportar su dinero en inversiones más amplias y gran parte de lo que
suceda dependerá de los avances que experimente la agenda de la reforma
estructural global de Rusia", pronostica Hansl.
Eso sí, la
experta señala que el esfuerzo del país ya ha sido reconocido por el
índice Doing Business Index del Banco Mundial para 2016, ya que Rusia ha
pasado del puesto 62 al 51 en esta clasificación anual.
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