PEKÍN.- La actividad manufacturera china
cayó en noviembre a su nivel más bajo de los últimos tres años, según un
índice gubernamental publicado este martes que confirma de nuevo la
ralentización persistente de la segunda economía mundial.
El
índice PMI de gestores de compras, que mide la actividad en las fábricas
y los talleres, difundido este martes por la Oficina Nacional de
Estadísticas (ONE), se estableció en noviembre en 49,6, dos décimas
menos que en los dos meses anteriores.
Un PMI por encima de 50
marca una expansión de la actividad y por debajo una contracción. Es el
cuarto mes consecutivo de retroceso de este índice de referencia, basado
en los pedidos de las empresas. Se trata además del índice más bajo
desde agosto de 2012, cuando el PMI fue 49,2.
"Ante las presiones
sobre la coyuntura económica, las empresas han disminuido su ritmo de
compras y su voluntad de renovar sus stocks ha resultado insuficiente",
destaca la ONE en un comunicado, en el que destaca la debilidad de la
demanda internacional.
El gabinete Caixin-Markit, que calcula de forma independiente su propio índice PMI, dibujaba
este martes un panorama más sombrío. Su barómetro, que toma más en
cuenta a las pequeñas y medianas empresas, se situaba en 48,6, revelador
de una contracción drástica en el sector manufacturero. El dato es no
obstante algo superior al de octubre (48,3).
Según los analistas
de Caixin, el hecho de que la actividad se contraiga a un ritmo más
moderado se explica por la estabilización de la producción, después de
seis meses de caída continua.
No obstante, las empresas han
seguido recortando personal y "el debilitamiento de la demanda en su
conjunto ha empujado a las compañías a reducir sus compras", comentan.
Después
de estos datos, los expertos esperan que el Gobierno de Pekín mantenga
sus medidas de estímulo monetario, para apoyar la actividad económica.
El
crecimiento chino fue del 6,9% en el tercer trimestre, según el
Gobierno, el peor dato desde 2009. En el conjunto de 2015, se espera que
alcance un nuevo mínimo en veinticinco años, en torno al 7%.
Las
autoridades chinas no dejan de presumir de "la nueva normalidad" de la
economía, menos dependiente de las exportaciones y las inversiones
extranjeras directas y más centrada en el consumo interno, los servicios
y las nuevas tecnologías.
Precisamente, el sector terciario
parece aguantar mejor el chaparrón y el índice PMI no manufacturero del
Gobierno se estableció en 53,6 en noviembre, cinco décimas más que en
octubre.
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