WASHINGTON.- Los directores de la Reserva
Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, sostendrán una
histórica reunión sobre política monetaria el martes y miércoles, que
debería conducir a la primera alza de las tasas de interés en casi una
década.
El Comité de Política Monetaria (FOMC) entregará sus
nuevas previsiones económicas el miércoles a las 19:00 GMT justo antes
de Janet Yellen, presidenta de la Fed, conceda una conferencia de
prensa.
Nunca antes los actores financieros han sido tan unánimes
en la predicción de un alza de tasas, ni siquiera en septiembre, cuando
muchos creyeron en que la recuperación de la economía mundial llevaría a
una decisión en ese sentido, que finalmente fue pospuesta debido a las
preocupaciones sobre la economía china.
El 97% de los 65
economistas encuestados por The Wall Street Journal prevén que la Fed
elevará la tasa de interés el miércoles, por primera vez desde junio de
2006 cuando la Reserva Federal quiso frenar un mercado inmobiliario
recalentado.
Desde finales de 2008 y tras el estallido de la
crisis financiera, la Fed ha tomado medidas de flexibilización monetaria
sin precedentes, con la inyección masiva de liquidez en el sistema
financiero, mientras mantenía las tasas de interés entre 0 y 0,25% con
el fin de apoyar la recuperación.
El incremento del miércoles debe
ser modesto, un cuarto de punto (0,25%), lo que llevaría a un aumento
de la tasa interbancaria de 0,25% a 0,50%. El resto del mundo
industrializado, con el Banco Central Europeo y el Banco de Japón a la
cabeza, permanecerán en sus políticas de flexibilización monetaria
completa.
"No hay ningún obstáculo para un aumento del miércoles",
aseguró Joel Naroff, economista independiente, después de los
resultados que mostraron un sólido crecimiento de las ventas minoristas
en noviembre.
"Si no lo hacen, enviarían un mensaje equivocado
acerca de la confianza en la economía y sería perjudicial para los
mercados", señaló Ellen Zentner, economista jefe para Estados Unidos del
Morgan Stanley, en el canal CNBC.
Janet
Yellen claramente ha preparado el terreno, interviniendo en varias
ocasiones a principios de diciembre para resaltar que la economía de
Estados Unidos creció "a un ritmo moderado", que el mercado laboral está
mejorando y que la inflación se encamina hacia el objetivo del 2%.
Las
cifras más recientes del mercado de trabajo, el último obstáculo a
cruzar, confirman su optimismo y muestran que la creación de empleo ha
sido más fuerte de lo que se esperaba y que la tasa de desempleo se
encuentra alrededor del 5%, la más baja en siete años.
"Todo
está alineado. Esto hace parte de una campaña de comunicación para
hacerle saber muy claramente a los mercados que no deberán sorprenderse"
por el aumento de la tasa de interés, explicó el economista
Stephen Oliner, del American Enterprise Institute.
La decisión del miércoles será "el incremento de interés más anticipado y más pensado de la historia", aseguró Ellen Zentner.
Generalmente,
las acciones de la Fed van dirigidas a frenar el sobrecalentamiento de
la economía y contener la inflación, pero ahora los propósitos son
diferentes en Estados Unidos.
El crecimiento fue modesto (2,1%
para 2015, dentro de las previsiones de la Fed), el mercado de trabajo
tiene zonas grises con empleos a tiempo parcial y por encima de todo la
inflación permanece prácticamente estancada (+ 0,2% en un año).
Para
la Fed se trata de una oportunidad para poner fin a su política de
tasas de interés cero y normalizar las herramientas monetarias, lo que
le permitiría en el futuro actuar sobre las tasas de interés si
eventualmente se produce una recesión.
"Con este aumento, se
quiere dejar atrás la tasa cero. El mensaje debe ser: he aquí un cambio,
habrá otros, pero no sabemos cuáles", explicó Zentner.
La
presidenta de la Fed debe reiterar el miércoles la idea que la
contracción del crédito será "gradual" y que la política monetaria se
seguirá ajustando poco a poco.
"Va a ser muy gradual. Tal vez
otros tres aumentos el próximo año para terminar con alrededor de 1% a
finales de 2016, quizás incluso menos", opinó Stephen Oliner.
Dentro
del Comité de Política Monetaria, la aceptación de un encarecimiento
del crédito no es unánime. Dos de los directores de la Fed expresaron
sus reticencias, pero sería muy raro que entren en una disidencia
formal.
Uno de ellos es el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, que prefiere paciencia y podría estar en desacuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario