jueves, 3 de diciembre de 2015

Draghi decepciona a los mercados con estímulos menos agresivos de lo esperado

FRANCFORT.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, decepcionó hoy a los mercados al anunciar estímulos monetarios menos agresivos de lo que habían descontado porque la entidad no es tan pesimista respecto a la economía de la zona del euro.
Draghi explicó que estas decisiones, con las que quiere llevar la inflación hasta cerca del 2 %, no se aprobaron por unanimidad, sino por una amplia mayoría.

El consejo de gobierno del BCE decidió encarecer más su tasa de interés de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos a un día, en 10 puntos básicos, hasta el -0,30 %.
El BCE mantuvo su tipo de interés rector, el que cobra en las operaciones de refinanciación principales en la zona del euro, en el mínimo histórico del 0,05 %, y la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en el 0,30 %.
Draghi anunció que la entidad prolonga el programa de compra de deuda pública y privada seis meses hasta marzo de 2017 pero que no aumenta el volumen mensual de compra.
El BCE compra mensualmente desde marzo pasado deuda pública y privada de la zona del euro, sobre todo deuda soberana, por valor de 60.000 millones de euros.
Por lo tanto, de momento, el BCE sólo ha decidido prolongar el programa de compra de deuda, lo que implica comprar 360.000 millones de euros más de bonos.
Asimismo el BCE decidió incluir la deuda de gobiernos regionales y locales de la zona del euro en la lista de activos que podrán comprar lo bancos centrales nacionales.
El BCE seguirá conduciendo las operaciones de refinanciación principal, las subastas semanales, y las subastas a tres meses a una tasa de interés fija, que está en el 0,05 %, y con un procedimiento de adjudicación plena, es decir que seguirá prestando a los bancos toda la liquidez que soliciten a ese tipo de interés mínimo histórico.
Además, el BCE decidió reinvertir los pagos del principal de los valores de deuda ya adquiridos cuando venzan el tiempo que sea necesario.
De este modo el BCE quiere dejarse la opción abierta de poder comprar más deuda cuando recupere el dinero invertido al vencer los títulos para que su balance no se reduzca de manera tan drástica, algo que también hacen la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra.
Como el BCE comenzó a comprar deuda en marzo pasado y el vencimiento mínimo de los títulos que compra son dos años, como muy pronto comenzaría a reinvertir en otros bonos en marzo de 2017.
La entidad seguirá conduciendo las operaciones de refinanciación principal, las subastas semanales, y las subastas a tres meses a una tasa de interés fija, que está en el mínimo histórico del 0,05 %, y con un procedimiento de adjudicación plena, es decir que seguirá prestando a los bancos toda la liquidez que soliciten.
El valor del euro se disparó el 2 % y superó los 1,09 dólares después de que Draghi anunciara que el BCE sólo prolongará las compras de deudas hasta marzo de 2017. Previamente el euro se había cambiado a unos 1,0550 dólares.
Los mercados de valores también reaccionaron con fuerza y cayeron después de que Draghi decepcionaran sus expectativas.
El DAX 30 de Fráncfort y el CAC 40 de París cayeron 3,6% respectivamente, el FTSE de Londres perdió un 2 % y el FTSE MIB de Milán retrocedió un 2,5 %.
El BCE justificó sus medidas de estímulos monetarios con sus pronósticos de que la inflación de la zona del euro será más baja en 2016 y 2017 que lo anticipado previamente, aunque no mucho más.
Asimismo el BCE mantuvo sus previsiones de inflación para este año en el 0,1 %, como en septiembre, y pronostica una inflación del 1 % en 2016 y del 1,6 % en 2017, una décima menos respectivamente en comparación con los pronósticos de septiembre.
El BCE revisó al alza las previsiones de crecimiento para la zona del euro para este año una décima hasta el 1,5 %, mantuvo en el 1,7 % el crecimiento de 2016 y subió una décima al 1,9 % el de 2017.
En contra de las medidas de expansión cuantitativa estaban el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, y la miembro alemana del comité ejecutivo del BCE, Sabine Lautenschläger.
Tampoco convencía una relajación mayor de la política monetaria a los gobernadores de los bancos centrales de los tres países bálticos y de Eslovenia, según fuentes financieras.
Draghi defendió en la rueda de prensa la forma en que comunicó desde la reunión del 22 de octubre en Malta que la entidad iba a revisar la relajación de su política monetaria, algo que generó muchas expectativas en los mercados.
"Creo que estas medidas deben ser valoradas en su totalidad", dijo el presidente del BCE.
El consejo de gobierno del BCE está integrado por 25 miembros, seis en el comité ejecutivo y los gobernadores de los diecinueve países que integran la zona del euro.

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