PARÍS.- Las negociaciones de
cerca de 200 países para lograr un acuerdo universal contra el cambio
climático están en punto muerto por el bloqueo de India, que presiona
para que el acuerdo diferencie claramente las responsabilidades entre
naciones desarrolladas y en desarrollo en los puntos clave.
Pese a que el presidente de Indio, Narendra Modi, subrayó en la
inauguración de la cumbre del clima (COP21) que su país "no quiere
quedar fuera" del pacto global que se prevé aprobar en 10 días, India no
ha defraudado las expectativas de quienes vaticinaban que se
convertiría en el Estado que más iba a complicar el acuerdo.
La jefa del equipo negociador español, Valvanera Ulargui, explicó que India se opone a que la diferenciación entre países ricos y
pobres, en que se basa el Protocolo de Kioto (1997), "se vaya
diluyendo".
India persigue que las contribuciones de reducción de emisiones para
el futuro acuerdo sean de cumplimiento "voluntario" para los países en
desarrollo, entre los que se incluye, y sólo sean jurídicamente
vinculantes para los países que, un anexo de la ONU de 1992, consideró
"ricos".
Esa división entre ricos y pobres de hace 23 años dista mucho de la
realidad actual y de ella no quieren ni oír hablar ni Estados Unidos ni
la Unión Europea (UE), que se oponen a que los compromisos de los países
en desarrollo sean de cumplimento voluntario.
La negociación no sólo permanece paralizada en ese punto, también lo
está en todos los párrafos más importantes del acuerdo, cuyo
cumplimiento India quiere condicionar a la recepción de financiación por
parte de los países desarrollados.
La propia contribución presentada por India -el tercer mayor emisor
tras China y Estados Unidos- de reducir la intensidad de sus emisiones
por unidad de PIB entre un 33 y un 35% para 2030 respecto a 2005 y que
el 40 % de su electricidad provenga de renovables, está condicionada a
la recepción de 206.000 millones de dólares de la comunidad
internacional.
India quiere, además, que el acuerdo recoja la obligatoriedad de los
Estados desarrollados de transferir, sin coste, conocimiento en
tecnologías bajas en carbono a los países en desarrollo, un asunto
regulado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y que
no puede ser tratado en esta convención.
El país asiático no está solo: un buen número de naciones en
desarrollo que se beneficiarían de que las contribuciones sean
voluntarias le secundan en silencio.
"Tememos que China que, oficialmente se presenta como facilitador,
sea más bien un apoyo", indicó un negociador de la delegación
británica.
Para los negociadores más optimistas el bloqueo de India forma parte
de una postura táctica y esperan que la próxima semana, cuando los
ministros acudan a París a ultimar el acuerdo, los diplomáticos de Nueva
Delhi cedan si se les asegura la financiación y parte del lenguaje que
desean en transferencia tecnológica.
Hay quien va más allá y cree que el bloqueo se debe a un conflicto de
"orgullo país" mal gestionado: países como Estados Unidos no han dejado
de repetir en los últimos meses lo "cooperante" que estaba China para
alcanzar un acuerdo internacional, frente a "lo problemática" que estaba
siendo India.
"India se ha podido sentir herido como país por que no se haya
reconocido su recorrido", indicó la ex secretaria de Estado
española de cambio climático Teresa Ribera.
La realidad es que el mix energético de India es cada vez más limpio,
y que, aunque el carbón es la fuente de energía más barata y abundante
del país, cada vez más caro y complicado de extraer.
"La mayoría de los bancos ven más potencial en financiar proyectos
solares que nuevas plantas de carbón", aseguró un delegado de
India en la cumbre, al tiempo que consideró que su país "no puede
aceptar limitar duramente sus emisiones cuando todavía estamos tratando
de alumbrar a gran parte de la población, el 20 % de nuestros habitantes
no tienen acceso a la electricidad".
Apuntó a que los países ricos son los principales responsables del
cambio climático, y que aún hoy "un estadounidense medio emite 10 veces
más al año que la media de un habitante en India".
"Si hablamos de responsabilidades justas, los compromisos de la UE y
Estados Unidos son menos ambiciosos que los de mi país en función de
cuanto han contribuido al problema", añadió.
La única manera de acercar posturas, por ahora -cuando ninguna
delegación quiere ceder en sus líneas rojas- sería que los más ricos
aporten fondos para ayudar a financiar el recorte de emisiones de los
que están en desarrollo.
Las "diferencias en la negociación en estos momentos son sanas, no se
está debatiendo en contra de nadie", dijo la secretaria de la
Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (CMNUCC), Christiana
Figueras, quien insistió en que "queremos un acuerdo con todo el mundo a
bordo, nadie se va a quedar en el camino".
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